Confesiones con Daniela Cuestión de confianza Aca - Relatos Eróticos

Confesiones con Daniela Cuestión de confianza Aca

... un vivo!, ahhhhhh, te aprovechas de mí, ahhhhhh – gimoteaba Daniela.

Tenía tomada por las caderas a Dani, disfrutaba ver su pera perfecta, mi ariete entrando y saliendo de su arrugado ano, veía su expresión mezcla de dolor y placer, por momentos se mordía los labios, se agarraba de la cabecera o hundía la cabeza entre las almohadas, ufffff, seguía embistiendo, ufffff, cada vez más fuerte, ufffff, ella meneaba sus caderas, clásico movimiento que me aloca, ufffff, un goce indescriptible al profanar una vez más ese orificio mundano, otra vez estaba a mi merced, incremente el ritmo, ahhhhhh, Lunatacas, ahhhhhh, ten cuidado, ahhhhhh, despacio, auchhhh, despacio, ¡no seas tosco! – se quejaba Dani, hice caso a su petición, acompase el ritmo y baje el ritmo de la penetración, ahhhhhh, ¡que rico!, así, ahhhhhh, ¡que rico!, así, ahhhhhh Lunatacas, ahhhhhh, sigue, ahhhhhh, ¡que rico! – gimoteaba Dani, mientras empinaba el trasero haciendo la penetración más profunda, ufffff, que rico culo que me estoy comiendo, pensaba para mí. Me acercaba para besarla, Dani colaboraba y ajustaba queriendo succionarme, haciendo la penetración más placentera.

El efecto colateral del vino ingerido hizo que me mantuviera mucho más tiempo sodomizándola, Dani se liberó, para que me siente en el borde de la cama, me monto a horcajadas, dirigió mi ariete a su ano y de un sentón se lo clavo hasta el fondo, ahhhhhh, ¡que rico!, ahhhhhh, ¡que rico!, ahhhhhh Lunatacas, ahhhhhh, sí, ahhhhhh, ¡que rico! – exclamaba Dani, controlando la penetración, imponiendo el ritmo que ella quería, ufffff, que bien se siente ese anillo ahorcando mi ariete, ufffff. Al cabo de unos minutos, se volteó dándome la espalda, otra vez ella misma dirigió mi ariete a su pequeño ano, ya dilatado por la penetración, ufffff, que bien se siente su esfínter atrapándome, sin dejar de menear rítmicamente las caderas, ufffff, disfrutando la penetración, ahhhhhh, ¡que rico!, ahhhhhh, así, ahhhhhh, ¡que rico!, ahhhhhh, así, ahhhhhh, ¡que rico!; ella tenía el control absoluto y lo aprovechaba al máximo.

La vista era espectacular, sus caderas, su espalda, ver como su ano se traga mi ariete, ufffff, deleite absoluto, levante a Dani en vilo, nos besamos, para posicionarla en cuatro patas sobre la cama, ella dirigió mi ariete a la entrada de su dilatado ano, ufffff, empuje con fuerza, no hubo resistencia, ella reculo un poco y tiro la cabeza hacia atrás, ahhhhhh, ¡que rico!, ahhhhhh, así, ahhhhhh Lunatacas, ahhhhhh, sigue, ahhhhhh, ¡que rico! volví a besarla, esta vez mordisqueaba mis labios suavemente, ufffff, que agradable sensación, los besos eran interminables, sus movimientos acompasados, en esos momentos estaba absorto en lo mío, absorto en disfrutar del ano de Dani, tenerla de perrito es lo máximo.

Procedimos a echarnos en la cama, esta vez de misionero, acomodo unas almohadas debajo de su espalda, dirigió mi ariete a su ano y empecé a penetrarla, ahora gozaba de sus senos y pezones, henchidos y duros, nos ...