1. Todo se trató de una equivocación…


    Fecha: 04/12/2019, Categorías: Transexuales Autor: Martehijodejupiter, Fuente: SexoSinTabues30

    ... agradecía todo y que me dijeran cuanto les debía, para así de esa manera marcharme a mi hotel, fue cuando Lizzy en persona me dijo. “No mi amor eso tan solo fue el comienzo, tú no te vas de aquí hasta que las cuatro, te hagamos hecho feliz.”
    
    En esos momentos me pusieron un par de tetas frente a mi boca, y en medio de mi borrachera comencé a chuparlas, otras de ellas o de ellos, me comenzó a mamar mi verga, y cuando más entretenido me encontraba, sentí una lengua prácticamente dentro de mi culo.
    
    No protesté, porque eso me agradaba, pero al poco rato la lengua fue sustituida por unos juguetones dedos, que me proporcionaron un placer desconocido para mí en esos momentos.
    
    Yo estaba casi por venirme cuando, los dedos fueron sustituidos por una verga, que me arrancó varias lágrimas de dolor. Yo traté inútilmente de zafarme, y mientras más lo trataba, más duro me lo clavaban.
    
    Escuché la voz de Lizzy decirme. “Si cariño mueve ese culo, para que me lo exprimas.” Y a medida que ella me penetraba otra de sus amigas, sin consideración alguna me obligó a que le mamase su verga.
    
    Llegué a un punto en que ni resistencia ofrecía, dejé que me hicieran todo aquello que se les antojaba. Si me ordenaban que moviera el culo lo movía, si querían que les hiciera la paja, a pesar de lo agotado y adolorido que me encontraba se las hacía.
    
    Durante todo el resto de la noche, me convertí en su esclavo. En cierto momento uno de ellos me tomó por los tobillos, y separando mis piernas me penetró, ante mis propios ojos. Yo estaba hecho un verdadero desastre, mi culo lo tenía todo adolorido, mi cara estaba completamente llena de semen, en fin, hicieron lo que les dio la gana conmigo.
    
    Fue cuando sonó la puerta y entraron tres más, yo al verlos me resigné y cuando comencé a sentir un monstruo de verga rompiéndome el culo, casi ni me quejé, ya que sabía que de nada valía.
    
    Al terminar ese conmigo, me dejaron tirado en el suelo, y comencé a sentir como varios chorros de orina caliente me caían sobre mi cuerpo.
    
    Fue cuando escuché a uno de los recién llegados decir. “Pero ese no es el hijo de la gran puta que golpeó.” Después de eso, hubo un silencio sepulcral, de golpe todos ellos se retiraron dejándome tirado en el piso, todos menos la tal Lizzy, que diciéndome que todo se había tratado de un desgraciado error.
    
    Me ayudó a levantar, me bañó, me acostó en la cama, y hasta me puso una crema en el culo que según ella me calmaría el dolor. Al siguiente día, me encontraba aun acostado, pero ya el dolor había desaparecido.
    
    Lizzy entró hermosamente vestida, y nuevamente me comenzó a dar disculpas, mientras que se quitaba su ropa y me mostraba sus hermosas nalgas diciéndome que si gustaba estaban a su completa disposición. Y que entendía que si deseaba llamar a la policía así lo hiciera.
    
    Yo mucho más repuesto, y sin el efecto del ron que me obligaron a tomar la noche anterior, le dije que se acostase a mi lado, y apenas lo hizo, dirigí mi boca a su verga, en ...