1. Todo se trató de una equivocación…


    Fecha: 04/12/2019, Categorías: Transexuales Autor: Martehijodejupiter, Fuente: SexoSinTabues30

    Mi nombre es Ignacio, y ocasionalmente debo viajar a la ciudad para poner al día las cuentas de mi negocio, así que después de esos arreglos, lo más sensato era que yo regresara a casa.
    
    Pero no fue así, me antojé primero de irme a tomar unos cuantos tragos, y cuando estaba en eso, llegó al bar, una bestia de mujer, tremendamente hermosa, alta, rubia, en fin, mi sueño hecho realidad, con unas tetas salvajemente llamativas y casi totalmente descubiertas.
    
    Y para mi mayor suerte tomó asiento justo a mi lado en la barra, en cosa de segundo ella entabló una amena conversación conmigo. Tanto fue que cuando la invité a que nos fuéramos al hotel donde me estaba quedando, sin tapujo alguno me dijo que ella cobraba bastante por esos ser vicios, en pocas palabras que era puta.
    
    Al decirme cuanto cobraba, yo en lugar de no hacer comentario, y simplemente aceptar, le dije que, si tenía un par de amigas más, que yo gustosamente pagaba todo.
    
    Lizzy que así dijo llamarse mi pareja, me condujo hasta una calle donde al igual que ella se encontraban tres hembronas, altas, bien formadas, con tetas que daban ganas de chupar hasta el cansancio, en fin, mi sueño hecho realidad.
    
    Yo no perdí tiempo y le dije a las tres que se vinieran mientras que Lizzy, me comenzaba a dar una tremenda y rica mamada. Como ya éramos cinco, a Lizzy se le ocurrió que, en lugar de ir a mi hotel, fuéramos a la casa de una de sus amigas, y yo tontamente acepté.
    
    En el camino a una de sus amigas se le ocurrió decir que sería bueno que nos detuviéramos a comprar algo para tomar en casa de la chica a dónde íbamos, y yo volví a salir de pendejo a decir que yo pagaba, así que se pueden imaginar.
    
    Al llegar a la casa de la chica, mientras yo me comencé a besar con Lizzy, sus amigas comenzaron a beber, lo que mi pareja y yo también hacíamos.
    
    Al poco rato, ya dos de ellas se estaban quitando toda la ropa, al tiempo que Lizzy me agarraba sabrosamente mi verga y la dirigía a su boca.
    
    Fue cuando al quedar esas dos chicas completamente desnudas, es que me di cuenta de que algo no iba bien, en medio de sus hermosos muslos colgaba una tremenda verga. Al yo algo asustado se lo comenté a Lizzy, ella se comenzó a reír a carcajada, y levantando su falda me mostró otra verga igual de grande que las de sus amigas.
    
    En esos instantes, lo cierto es que me asusté más todavía. Traté inútilmente de salir corriendo, pero de inmediato entre ellas o ellos cuatro me sujetaron y en cosa de segundos me han quitado toda la ropa, al tiempo que, bajo amenaza, me obligaron a seguir bebiendo.
    
    Por un rato dos de ellas se estuvieron besando y magreando, de forma y manera tal que sin querer realmente terminé por excitarme, después de eso, una de ellas me comenzó a restregarme sus firmes nalgas contra mi erecta verga, hasta el punto de que terminé por enterrársela divinamente, ella movía su culo de una manera y forma que nunca había tenido el placer de sentir.
    
    Cuando finalmente me vine, les dije que les ...
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