1. Al final acabé follando con mi sobrino


    Fecha: 28/11/2019, Categorías: Incesto Autor: Klary 606, Fuente: CuentoRelatos

    Hola. Me llamo Klary, soy una mujer de 60 años y esto ocurrió hace tres años.
    
    Todo ocurrió en el transcurso de mucho tiempo y por fin y estoy feliz por haberlo hecho, me follé a mi sobrino preferido. Siempre lo había sido y lo sigue siendo. No nos arrepentimos en absoluto.
    
    Yo vivía en el pueblo donde me había creado y estaba casada con un hombre de costumbres antiguas, machista, que solo pensaba en su trabajo y sus cosas. De mí nunca se había preocupado, al menos cómo mujer.
    
    Mi hermana vivía en una ciudad no muy lejos donde había formado su familia con un hombre, de cuya relación, tenían dos hijos.
    
    Todos los veranos venían a la casa del pueblo los cuatro y el pequeño Ser era mi sobrinito, al cual consentía y mimaba, a veces en exceso.
    
    Se divorciaron y el hermano mayor por trabajo se fue al extranjero, aparte que no le iba lo del pueblo, a Ser si, y venía con mi hermana todos los veranos.
    
    De siempre era muy cariñoso y mimoso conmigo, siempre me abrazaba y achuchaba.
    
    Pasaron los años y ya en su adolescencia esos abrazos y achuchones empezaron a pasar también a roces y miradas lascivas.
    
    Yo como mujer lo había notado y me hacía gracia pensando en que se le pasaría con el tiempo.
    
    Al contrario de lo que pensaba cada año iba a más, me espiaba mientras tomaba el sol en la piscina, en la ducha y siempre que podía rozaba su entrepierna, ya grande y dura, contra mi cuerpo.
    
    Yo por aquel entonces tenía 54 años, unas tetas enormes, una cadera redonda con un culazo nada caído por la edad. Ser ya tendría 23 años y su descaro, añadido a mi falta de sexo, me empezó a poner nerviosa y decidí hablar con él.
    
    Le dije que no podía ser, que era su tía, que si se enteraba su madre, etc.
    
    Tía, ya tengo 23 años y se como me pones, no es obsesión, es deseo. Pero si así lo quieres, así será.
    
    Él siguió igual, me espiaba y se pajeaba pensando en mí.
    
    Un día lo oí en la ducha, la puerta estaba entreabierta y con sigilo miré para adentro. Allí estaba mi sobrino desnudo con su polla grande y dura en la mano, pajeándose a la vez que decía.
    
    Sii tía, siii!! Uuf!! Tomaa!!
    
    Su polla reventó salpicando una enorme corrida contra la mampara. . Toda cachonda ya empecé a acariciar mi ya humedísimo coño viendo a mi sobrinito. Enseguida me llegó un orgasmo que me hizo dar un gemido mudó m placer que no pasó desapercibido para él. Miró para la puerta sonriente.
    
    Al día siguiente no podía mirarle a la cara, solo podía mirar su cuerpo y su abultada entrepierna, él se había dado cuenta y se rozaba contra mí más que nunca poniéndome muy nerviosa y caliente a la vez.
    
    Esa noche volví a espiarle cuando oí el ruido de la ducha, al asomarse le vi en la bañera con un conjunto de ropa interior mía en la mano mientras se masturbaba.
    
    No veía su polla mientras se acariciaba pero él de repente se levantó y salió de la bañera y mirando hacia la puerta se corrió otra vez entre gruñidos de ooh! Tía Klary!! Tomaa zorra!!
    
    Me fui a la cama sabiendo que me ...
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