1. Unas vacaciones con mi madre (7): La mejor de las putas


    Fecha: 23/11/2019, Categorías: Incesto Autor: Alfil-1, Fuente: CuentoRelatos

    ... dentro! Susurró a su oído agarrada del cuello.
    
    Luis dio unos pasos hasta que la espalda de su madre chocó contra la pared. Esa posición era más cómoda que mantenerla en el aire y comenzó a embestir con más fuerza.
    
    —Ahhh, diosss! Como la siento! Dame más fuerte!
    
    Luis estaba cada vez más excitado y su mente era un mar de lujuria. Embistió con más ganas haciendo que el cuerpo de su madre se aplastara contra la pared en cada embestida. Luis recordó la noche anterior, cuando se follaba a Estela de la misma forma y comprobó que follarse a su madre era más morboso y excitante.
    
    Elena empezó a jadear sonoramente y al momento su coño se inundaba de jugos. Bajó las piernas para quedarse de pies.
    
    —Ahhh, diosss! Que guarra me pones! Has hecho que me corra en un momento!
    
    —Pues todavía te quedan una cuantas! La agarró de la mano y la condujo hasta la mesa alta del salón. Elena ya sabía lo que quería y se inclinó sobre la mesa hasta aplastar las tetas contra la madera. Apenas lo había hecho sintió la lengua de su hijo lamer su coño. La lengua lo rodeaba recogiendo el flujo desbordado para luego entrar y saborear el interior. Subió hasta el culo y comenzó a meter la lengua en el amarronado agujero haciendo que el esfínter se abriera.
    
    Elena sabía lo que iba a pasar, nunca le habían metido una polla en el culo y ese momento había llegado. Se relajó disfrutando de esa caricia húmeda y carnosa dejando que se lo abriera bien. El liguero y las medias hacían más atractiva la postura y Luis disfrutó de esa visión.
    
    —Joder mamá, que buena estás por delante y por detrás! Como me gusta tu culo!
    
    —Pues lo vas a estrenar! Todo para ti!
    
    Elena se lo ofrecía con todo el amor de una madre, pero por el dolor que la pudiera provocar. Luis pareció percibirlo.
    
    —Tranquila mamá, te lo abriré muy despacio!
    
    Luis pasó dos dedos por el coño de su madre hasta que los sintió bien empapados. Después los puso sobre el agujero que acababa de llenar de saliva y comenzó a meter la punta del índice. Mientras lo hacía volvió a meter la polla en el coño de su madre con movimientos lentos. Elena todavía mantenía la excitación de la corrida que acababa de tener, y dio un suspiro largo al sentir la penetración. Luis continuó horadando con el dedo y ese bonito culo que tanto deseaba comenzó a abrirse. Los suaves bombeos de su polla lograron aumentar la excitación de su madre haciendo más fácil abrirla el culo. Logró meterle un dedo hasta los nudillos y la excitación de Luis comenzaba a sobrepasarle. Ya no podía esperar más, sacó el dedo y agarró su polla para poner el capullo en el centro del palpitante agujero. Apretó con delicadeza pero el agujero no había dilatado lo suficiente.
    
    Cuando el inhiesto capullo penetró Elena emitió un leve quejido.
    
    —Ahhhg! Despacio cielo!
    
    Luis sentía cómo el esfínter ahogaba su capullo pero ya no podía parar. Presionó con suma lentitud sintiendo como arrastraba la carne del interior.
    
    —Ahhhg! Diosss! Se quejó de nuevo ...