1. Primera vez con dos machos y primera doble penetración


    Fecha: 04/04/2019, Categorías: Infidelidad Autor: soyAriel, Fuente: CuentoRelatos

    ... una sola embestida, empezó a embestirme con fuerza, su cadera golpeaba mis nalgas, a cada embestida me hacía tragar más profundo la verga de mi suegro, respiraba con dificultad, pero no saqué su verga de mi boca, estuvieron unos diez minutos cogiéndome así, cuando interviene nuevamente mi suegro y dice:
    
    - Ven princesa, móntate en mí, ya quiero que te ensartes en mi verga.
    
    Don Fernando no pone objeción y saca su verga de mi coño, dándome una nalgada, como dándome permiso para ensartarme con la verga de mi suegro.
    
    Me acerqué a mi suegro gateando, como una gatita, con las piernas a cada lado de su cuerpo, me fui agachando poco a poco, las manos de mi suegro en mi cintura guiaban mi cuerpo, apoyé mis manos en su pecho, pronto sentí la punta del grueso instrumento en la entrada de mi coño, me jaló la cintura hacia abajo y sentí la gruesa cabeza traspasarme, de mi boca escapó un gemido al sentir la punta de su grueso miembro dentro de mi cuerpo.
    
    - ¿Te gusta puta?, ¿Te gusta que te abran con una verga grande?
    
    - Si, papi, ahhh, me encanta- respondí.
    
    Con sus manos en mi cadera fue controlando la penetración, ensartándome lentamente, sentía mis paredes vaginales abrirse poco a poco, ensancharse ante el avance de su larga y gruesa verga, hasta que sentí sus gruesos y pesados huevos tocar el nacimiento de mis nalgas, estaba completamente empalada, empezó un lento vaivén, me hacía subir y bajar lento, suave, delicioso.
    
    - Aghhh, que rico coño putita, me encanta, con razón tienes tan enculado a mi hijo, ufff.- expresó mi suegro.
    
    - Mmmm, si, toda es deliciosa, tiene un rico coño y ni te cuento de su rico y apretado culo, es una puta maravilloso- añadió Don Fernando, al tiempo que me daba un par de fuertes azotes en mis nalgas.
    
    El par de nalgadas me hicieron dar un gritito, pero al mismo tiempo me excitó, sentía mis nalgas calientes y sensibles, se subió a la cama detrás de mí, y besó mi espalda, empezó a acariciar y masajear mis nalgas, al ritmo que me ensartaba mi suegro, sentí un dedo lubricado con algo viscoso resbalando desde el inicio de mis nalgas hasta encontrar mi orificio anal, lo masajeó unos instantes y lo fue insertando poco a poco, fue una experiencia deliciosa, me sentía en las nubes, me encantó sentir ese dedo mientras seguía empalada, y lancé un suspiro de placer.
    
    Empezó a mover el dedo en forma circular, acariciando mis paredes internas y una oleada de placer recorrió mi cuerpo abrí más las piernas y mi ano se contrajo involuntariamente apretando su dedo, pero no era la única que disfrutaba porque mi suegro expresó:
    
    - Ay cabrón, siento tu dedo a través del coño de la putita, ufff, se siente rico, sigue metiéndole el dedo.
    
    Don Fernando sacó su dedo y ahora me insertó dos, mi suegro abrió más mis nalgas para que me entraran más profundo al tiempo que aceleraba sus movimientos y así gozaba también, ya sus dedos entraban y salían con facilidad y sentía mi colita flojita, en ese momento siento que saca sus dedos y ...
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