1. Francisco


    Fecha: 20/11/2019, Categorías: Bisexuales Transexuales Autor: Riseva, Fuente: SexoSinTabues30

    El durazno estaba jugoso, por lo que tenia que lavarse las manos y yo la boca porque me había convidado un mordisco.
    
    – Vamos a un lugar secreto? –
    
    – Un lugar secreto? –
    
    – Si, te va a gustar –
    
    – Vamos –
    
    La tomé de la mano, algo pegajosa por el jugo del durazno, y la llevé por el sendero que sólo Yo conocía. Después de atravesar una arboleda y detrás de unos matorrales, pasando por entremedio, llegamos al claro.
    
    – Qué lindo –
    
    – Te gusta? –
    
    – Si me encanta –
    
    Corrimos hasta la pequeña laguna, ella se sacó las chalas, hice lo mismo. Metió los pies al agua y se lavó las manos.
    
    – Que rica está el agua –
    
    – Te quieres bañar? –
    
    – Cómo? –
    
    – Así, sin ropa – dije sacándome la polera.
    
    – Desnudos ? –
    
    – Bueno, si te quieres bañar con ropa… – dije sacándome los shorts y quedando en slip.
    
    – Bueno, ayúdame – dijo dándome la espalda.
    
    Solté el lazo y el nudo que ataba el vestido a su cintura. Enseguida desabroché los botones uno a uno. No sé si estaba nervioso al ver que aparecía su espalda desnuda botón tras botón, pero el último me costó.
    
    Con su vestido a la cintura no le costó sacárselo, quedando en calzones y con sus incipientes pechos al desnudo.
    
    – Ya estoy lista –
    
    – No te vas a hacer los calzones? –
    
    – No – dijo abriendo los ojos asustada.
    
    – Bueno, se te van a mojar – dije dándome la vuelta y sacándome los slip caminé hacia el agua. Tenía una erección y mejor era que no me viera así.
    
    A la mitad de la laguna me senté en el agua. Ella venía entrando al agua desnuda y con una mano tapaba su vulva. Con la otra hacía equilibrio por los que sus pequeños limoncitos se veían en todo su esplendor.
    
    Eran más grandes que los de Sabina, se veía hermosa. Al llegar a mi lado le estiré la mano para que se afirmara, cogió mi mano dejándome ver sus labios prominentes y gorditos entre sus piernas.
    
    Se sentó a mi lado sin decir nada. El agua le llegaba al cuello. Cada ves la encontraba más hermosa.
    
    – Si quieres, te echas para atrás y dejas que el agua pase por encima tuyo –
    
    – Me da miedo –
    
    – Mira cómo lo hago Yo –
    
    Me tapé la nariz con dos dedos y me sumergí en el agua echándome hacia atrás. Después de un minuto salí a la superficie limpiando mis ojos y escurriendo el agua de mi pelo.
    
    – Ahora tú –
    
    – Tengo miedo –
    
    – Estoy a tu lado, dame tu mano –
    
    Me pasó su mano, le dije que se tapara la nariz, que respirara hondo y cerrará los ojos. Se sumergió. Se veía hermosa, completamente desnuda a mi lado.
    
    Se afirmó de mi mano para salir del agua. Se restregó los ojos y se echó el pelo hacia atrás.
    
    – Cómo estuvo? –
    
    – Bien, pero no lo hubiera echo sin tí –
    
    – Estás bien o quieres salir? –
    
    – Quiero salir –
    
    Me levanté y me paré delante de ella. Por suerte el agua había terminado con mi ereccion. Así que no era un peligro para ella cuando le dí la mano para ayudarla a pararse.
    
    Salimos del agua y nos acostamos en el pasto.
    
    Me puse de lado apoyándome en el codo. Ella estaba de ...
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