1. El segundo encuentro: Juan y Gabriel (2)


    Fecha: 15/11/2019, Categorías: Gays Autor: Gabriel Vera, Fuente: CuentoRelatos

    ... sabrosa.
    
    No había vuelta. Fui bajando el slip a la vez que acariciaba sus duras nalgas, repasaba la raja con los dedos, separaba los glúteos y los volvía a unir, besé ahora desnudos sus testículos, que me metí en la boca uno, otro, gustando el calor que desprendían, su calor que me hacía estremecer. Sujetándolos con la mano izquierda, subí la derecha por su vientre, su pecho, toqué los pezones ya erectos, como todo él. Mi boca no se detenía, besé el glande otra vez, la otra boca suya de la que había bebido anteriormente me devolvía el beso con jugo de Juan. Me metí el pene en la boca, moviéndome para que cupiera todo, haciendo esfuerzos para que aquel enorme animal me poseyera mientras yo me lo comía. Arriba y abajo, dentro y fuera de mi boca se movía, tierno y exigente, yo chupaba y Juan se movía y suspiraba. Era imposible que aquel miembro creciera más, era imposible aguantar aquella tensión, así que yo seguí aumentando la velocidad, lamiendo y acariciando, moviendo las manos por sus nalgas tan duras, bajándolas hasta debajo de sus testículos y acariciando y apretando, intentando alcanzar el punto del placer.
    
    Que por fin llegó. Juan se corrió dentro de mi boca como un río que se desborda, una tormenta que de una sola vez es una catarata que todo se lo lleva por delante. Juan me llenó de él otra vez, en una riada interminable, en la que él seguía acariciándome la cabeza mientras susurraba mi nombre entre gemidos. Yo, con la boca llena de él, sonreía mientras tragaba y chupaba y limpiaba. Tragaba su semen hirviente, chupaba el líquido que tanto amaba, limpiaba lo que salía para que mi amado no llevara luego señales de haber estado conmigo.
    
    Estuvimos un rato descansando, abrazados, de pie en aquel lugar tan extraño para la pasión. Nos estuvimos besando un rato de descanso que no se pudo prolongar porque ya habíamos superado el tiempo razonable de desaparecer de casa.
    
    En el parking vi su coche por primera vez, cuando nos despedíamos, y por eso...
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