1. Hay días que encuentras lo que buscas.


    Fecha: 15/11/2019, Categorías: Gays Autor: Danisampedro91, Fuente: SexoSinTabues30

    ... estábamos calientes y cada vez más excitados, nos comíamos la boca y acariciábamos a la vez que no parábamos de jadear y gemir.
    
    No pudiendo aguantar allí sentados por más tiempo, nos bajamos del banco por la parte de atrás, quedando ambos apoyados sobre el respaldo de este. Sin perder tiempo, empezamos a desnudarnos uno al otro.
    
    Yo empecé a bajarle el pantalón y bóxer que ya había conseguido desabrocharle, y mientras le acariciaba aquella rica y sabrosa verga, él empezaba a aflojarme el cinturón, luego siguió desabrochándome el pantalón, para por fin, bajarme este, junto al slip que yo llevaba puesto.
    
    Ya estábamos ambos desnudos de cintura para abajo, con el pantalón sobre los tobillos, allí abrazados uno al otro, comiéndonos la boca a la vez que nos acariciábamos.
    
    Con su mano empezó a subirme la camiseta por delante, la pasó por detrás de mi cabeza, dejándola allí sobre los hombros, quedando mi pecho y abdomen totalmente desnudo y expuesto a él. Llevó su boca a mis pezones a la vez que me acariciaba el abdomen y pecho, empezando a chupar y mordisquear estos, haciéndome temblar y gemir de placer mientras yo me abrazaba a su cabeza.
    
    Notaba sus calientes y húmedos labios chupar mis excitadas e hinchadas tetillas, y como con sus dientes iba mordisqueando mis duros pezones, mientras con sus manos me pegaba a él y acariciaba los cachetes de mi ardiente culito.
    
    Ufff que gusto, notaba el calor que su órgano sexual emitía pegado a mi cuerpo, y como sus labios chupaban mis tetillas a la vez que me iba dando leves mordiscos. Dios, aquello era maravilloso, aquello era un sueño hecho realidad, allí estaba en medio de los jardines de Méndez Núñez, semi desnudo, en manos de un jovencito que me volvía loco, haciéndome temblar de gusto aquella noche encapotada que amenazaba lluvia.
    
    Cuando se cansó de acariciarme, chupar y mordisquear todo mi cuerpo, poniendo sus manos sobre mis hombros, me invitaba a que me agachase para que le chupase aquella sabrosa y rica polla.
    
    Sin dudarlo, me incliné llevando mi mano a aquella polla que tanto me excitaba, y mientras me sujetaba con una mano en su cintura, llevaba a mi boca aquella bonita y rica verga empezando a chuparla y saborearla pasando mi lengua por su capullo, luego empezar a mamarla mientras la iba tragando todo lo que mi boca me permitía.
    
    ¡Ohhh! ¡ooohhh! Gemía él, poniendo sus manos sobre mi cabeza, mientras yo tragaba aquel rico y sabroso pene.
    
    Tragaba prácticamente todo su miembro, mientras con mi mano derecha acariciaba aquellos jovencitos genitales cargados de leche.
    
    El, que no dejaba de gemir mientras yo le chupaba la polla y acariciaba los huevos, con sus manos iba subiendo mi camiseta por la espalda a la vez que me iba acariciando. Pasaba su mano por mi ardiente culito y mientras gemía, me iba diciendo que quería follarme.
    
    ¡Quiero follarte! Exclamaba mientras me acariciaba la espalda y cachetes de mi culito.
    
    ¡Me gusta tu culito! Quiero metértela y correrme dentro tuya, ...
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