Mi hijo consigue otro cachero para nuestros juegos sexuales - Relatos Eróticos

Mi hijo consigue otro cachero para nuestros juegos sexuales

... de salida. Me dice: Papá, si le gustó, voy a ver que más hace, puedo papá. Entonces pensé, que lo haga, para cuando vuelva a ocurrir lo llamaré al profesor y le diré que mi hijo me contó y así hacerlo que se integre a nosotros. Es así que le digo a mi hijo que lo haga con cuidado. Ya había pasado un mes más desde eso, mi hijo me iba contando que cuando podía masturbaba al profesor y el profesor a el. Para el mes de julio el colegio invito a todos los padres de familia al desfile interno, lo cual aproveche para ir. Ahí reconocí al profesor Michael, estaba acompañado de una linda señorita, que al parecer era su novia, a la vista tendría sus 27 o 28, y si, tenía talla y un cuerpo trabajado. Al terminar el evento, me acerqué con Andres, mi hijo, y le pedí un momento a solas; mi hijo se quedó a un costado y le dije: Profesor hay algo que necesito conversar con usted profesor, pero acá no, por favor necesito su número celular. Trate de poner mi cara de serio, pude ver en su cara miedo y preocupación. Me dio su número, me acerque a Andres y salimos del colegio. Le conté a Diego mi plan y estaba emocionado.

Antes que llegue mi mujer a casa, lo llamé y le dije que necesitaba que viniera mi casa al otro día (era feriado), a las 3 pm lo esperaba, le di mi dirección, siempre en tono de molesto. Al otro día, preparé todo en casa, mi hijo Diego se fue a casa de sus abuelos maternos y Andres que sabía del plan se preparó para la ocasión, de acuerdo a como habíamos conversado. Pasadas las 3 pm me llama Michael y me dice que estaba cerca, si podía salir a mi puerta, pues no se ubicaba bien, su voz era nerviosa y agitada. Salí a la puerta y llegó en su moto a mi casa, le abrí el portón de la cochera para que pase su moto, lo invité a pasar a mi sala, se sentó en el mueble y le dije que me espere. Traje dos cervezas, una le di a él, le invite a servirse diciendo: relájate, necesito hablar bien contigo, respondiendo: Si señor!

Empecé: Michael, mi hijo Andres me ha dicho que tu eres un gran maestro, que te has comportado como un padre con él, que has podido aconsejarle y hablarle de cosas que a veces lo padres no podemos, que has tenido paciencia en hablarle de temas que para su edad son importantes y que yo he descuidado por mi trabajo y más aún que mi mujer y los horarios que maneja lo hace más difícil. Al escuchar eso, sentí que su estado de alerta bajo y se puso más tranquilo. Me dice: Señor Marcos, como docentes debemos estar preparados para todo, es nuestra misión. Yo por dentro, me decía a mi mismo: Si webon, a todo! El siguió con su discurso, le ofreció otra cerveza, interrumpiendo lo que hablaba. Le entregué la botella y tomé la palabra: Quizá piense que mi hijo es extraño por todo eso, pero usted sabe, por qué también pasó por esa etapa, que así son los adolescentes; pero lo bueno que usted es una persona confiable y estoy seguro que no dirá nada de lo que hicieron y tranquilo, yo no le recriminare nada, como le digo a esa edad uno experimenta muchas ...