Made e hija - Relatos Eróticos

Made e hija

... calentura que traía.

Sali del trabajo como pude y me fui a mi casa, ni mi papá ni mi hija estaban, entonces aproveche para darme un baño y relajarme un poco, aproveche también para tocarme un poco más.

Me desnudé y me meti a la regadera, sentir el agua cayendo sobre mi fue demasiado rico, mi coñito seguia húmedo y mis pezones estaban tan erectos que sentía que iban a explotar, me los tocaba y me los jalaba mientras mi mano recorria todo mi coñito mojado, me apretaba las tetas, las nalgas, me metía los dedos con un deseó de que fueran los dedos de mi hija, cada vez que cerraba los ojos la imagen de mi hija se venía a mi mente, su carita bonita, sus tetas, su culito, todo me encanta de ella, no se cuánto tiempo pasó, pero tuve varios orgasmos, uno tras otro, pero lo que no sabía es que apenas comenzaba.

Sali de bañarme, me sentía muy cansada y decidi dormir un poco, al cabo de una hora me desperté y bajé por un vaso de agua.

Cabe aclarar que en donde vivo hace mucho calor por lo que me dormí solo con mi tanguita y al ver que todavía estaba sola, ya que mi papá me avisó que iba a llegar tarde y mi hija estaba en el gym, o eso creía, bajé solo en tanguita.

Mi sorpresa fue ver a mi hija, habia llegado del gimnasio y como yo estaba dormida no la había sentido, al verla me puse demasiado nerviosa y también cachonda, se veía demasiado sexy con sus leggins y llevaba un topsito que le quedaba divino y se le marcaban un poco los pezones.

Ella al verme se quedó con la boca abierta y se puso roja como tomate, realmente no sabia que hacer, si quedarme parada o acercarme a ella y empezarla a besar.

Pasaron unos cuantos segundos y por fin tome la decisión de besarla, me acerque a ella y sin decir nada la empecé a besar, ella correspondió a mis besos, metía mi lengua hasta su garganta mientras mis manos estaban recorriendo todo su cuerpo, sus tetas, sus nalgas, sus piernas, su coñito ya humedo.

Ella también empezó a tocarme, me tocaba las tetas, me jalaba los pezones, me nalgeaba, sentir sus manos era una locura, empecé a escuchar como su respiración aumenta cada vez más, escuchaba como gemia mientras decia: - Mami que rico sigue así.

No me podia creer lo que estaba pasando, al principio pensé que seguía dormida y estaba soñando pero no, me estaba comiendo a besos a mi hija mientras la tocaba completamente.

Por un momento pensé en parar, pero no podia mi lujuria y mi cachondes no me dejaban hacerlo.

Pasaron unos minutos hasta que dejé de besarla por un momento.

Traté de hablar con ella, pero ella me dijo que no había problema, que sabía lo que estaba pasando y le gustaba.

Sin más nos subimos a mí recámara, mientras subíamos nos seguíamos besando.

Al llegar al cuarto no aguanté mas y la comencé a desvestir, necesitabas verla desnuda, le quite su top y sus tetas por fin se liberaron, las empecé a tocar, a besar, sus pezones estaban a punto de explotar de los duros que los tenía, los empecé a chupar, a morder mientras mi ...