1. Mi plaza soñada


    Fecha: 03/04/2019, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Tutorsevero, Fuente: CuentoRelatos

    ... daré azotes, porque el error no es tan grave como para merecerlos, y sin embargo eso nos dejará sin castigo, lo que haremos será preparar un dedo de jengibre y os lo introduciré por el ano y estaréis obligadas a llevarlo durante todo el día hasta que yo sea avise de que podéis quitarlo.
    
    Ambas muchachas se sobresaltaron ¿qué hará eso del jengibre? Nunca lo hemos oído ¡¡¡y nos lo quiere meter por el culo!!!! Dios mío eso tiene que ser horrible y terriblemente humillante.
    
    Culo, por… por… por… el culo ha dicho señor? Se atrevió a esbozar Pilar ¡eso es antinatura!
    
    Tu nombre era Pilar verdad?, bien como bien sabes yo soy médico, con lo cual sé perfectamente lo que se puede o no se puede introducir en el ano de una persona y ya qué te has atrevido a interrumpirme creo que es la ocasión de que hagamos una demostración práctica de cómo funciona la disciplina en esta casa.
    
    Pilar deseó que la tragara la tierra.
    
    ¡vete al armario y coge la correa y tráemela! Tu Lucía échate a un lado.
    
    Muerta de miedo Pilar se acercó al armario y cogió la Correa con paso tembloroso se acercó Martín y se la entregó.
    
    ¡Ponte en posición!
    
    Pilar giró alrededor de la mesa se puso delante de ella se dobló y apoyó los codos encima de la misma su cara quedó enfrente de la de Martín.
    
    Ahora señorita levántese la falda y deje sus posaderas al aire, le dijo Martín sin dejar de mirarle a los ojos.
    
    Pilar bajó la vista y muerta de vergüenza se levantó la falda para que su culo quedara totalmente expuesto.
    
    Separe las piernas le indicó Martín mientras se levantaba de su asiento.
    
    Dios mío pensó, mi sexo quedará expuesto ante este hombre.
    
    Lucía que lo contemplaba todo desde un lateral tenía una mezcla entre miedo y excitación, quería ver en qué consistía el castigo… pero a una parte de ella le hubiera gustado ser la protagonista.
    
    Martín se colocó detrás, agarró la correa y dijo en voz alta:
    
    Hoy serán 12 azotes, los contará en voz alta y dará las gracias después de cada uno de ellos.
    
    Sí señor dijo Pilar, su voz temblaba en una mezcla de miedo y excitación.
    
    Zas cayó el primero eso hizo que Pilar pegara un pequeño salto ante la sorpresa del azote.
    
    Zas cayó el segundo esta vez un poquito más fuerte.
    
    Zas cayó el tercero y las nalgas comenzaron a ponerse rosáceas el dolor que comenzaba a apoderarse de Pilar.
    
    Lucía no podía dejar de mirar aunque con cada azote giraba la cabeza el ruido era estremecedor dentro de aquel despacho tan pequeño resonaba por todas las esquinas.
    
    Zas cayeron el cuarto, el quinto y el sexto.
    
    A Pilar le comenzó a resbalar una lágrima por la mejilla estaba acostumbrada a los castigos de su padre, que eran mucho más violentos, pero Martin sabía azotarla en puntos donde se unía el dolor y la humillación.
    
    Zas cayeron el séptimo, el octavo, el noveno, el décimo.
    
    Ay duele mucho exclamaba mientras le caían las lágrimas y sollozaba
    
    Zas cayeron el onceavo y el duodécimo.
    
    En ese momento Pilar se incorporó y ...
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