1. Mi verano en Japón-Yui-chan sabe hacer algo que...


    Fecha: 07/11/2019, Categorías: Incesto Autor: Zorro Blanco, Fuente: TodoRelatos

    Nada más entrar me la encontré de morros intentando tocar el piano.
    
    –¿Qué pasa Yui? ¿Estudiamos mates?
    
    –¡No sé si podré estudiar contigo!
    
    –¿Y eso por qué Yui-chan? –dije yo poniéndome meloso e intentando abrazarla.
    
    Aún recordaba sus mullidas tetas en torno a mi erección en la cueva, ¡uf! La primera vez que follaba unas tetas y tal vez la mejor de mi vida. Pero ahora tenía que averiguar qué le pasaba…
    
    –No creas que no sé qué anoche estuviste con Rio en el salón –dijo Yui de repente.
    
    –¿Con Rio? No, no, fueron los vecinos, ¡te lo prometo!
    
    –Vamos Toni-kun, después de haberme entregado a ti, ¡me lo pagas así! –dijo saltándosele las lágrimas.
    
    –Venga Yui, te prometo que no pasó nada con Rio anoche, ¡confía en mí! –dije cogiendo sus manos y poniéndome de rodillas junto al taburete del piano donde estaba sentada agachando mi cara en señal de pedir perdón tan típica japonesa.
    
    –¡Está bien Toni-kun, te perdono! Me gustas tanto que no podría soportar verte con mi hermana, ¿lo entiendes? –me dijo emocionada.
    
    Ciertamente tenía un problema pues, ¿sería capaz de renunciar a las calientes aventuras con Rio y Miyuki? Claramente mi corazón me decía que no, la juventud es osada, pero por otra parte no quería hacerle daño a Yui, tampoco a Rio y Miyuki por supuesto, así que si decidía seguir con todas ellas, ¡debía ser muy discreto! Ya se sabe, ¡lo que hace tu mano derecha que no lo sepa la izquierda!
    
    –Lo entiendo Yui-chan, tú eres maravillosa para mí, un sueño hecho realidad, ¡no quiero ofenderte ni preocuparte! –dije para apaciguarla.
    
    –Está bien Toni-kun, ¡estudiemos mates entonces!
    
    Yui se tomaba muy en serio su tarea de profesora de mates y me vino bien que se empeñara en que repasara pues gracias a ello podría aprobar mi examen de recuperación al volver a mi país.
    
    –Bueno Toni-kun, creo que ya hemos estudiado bastante por hoy, ¿qué quieres hacer ahora? –dijo Yui echándose en la cama muy risueña.
    
    –Pues quiero, ¡comerte toda! –dije sonriente mientras me echaba encima y la besuqueaba.
    
    Su madre había salido ya a hacer las compras así que estábamos solos en la casa, por lo que nos pudimos esparcir a placer en su cuarto y allí me dediqué a desnudarla poco a poco, hasta dejarla en ropa interior.
    
    Estaba divina en braguitas y sujetador, con su pelo negro y su carita risueña. Tenía un culito redondo y respingón, que mientras estaba echada en la cama boca abajo yo me dedicaba a acariciar insinuantemente.
    
    Le bajé las braguitas y su culo desnudo se presentó ante mi como dos montañas carnosas, redondas y terriblemente excitantes. Las caricas a flor de piel le gustaron mucho, deslizando suavemente mis dedos por sus muslos, subiéndolos hasta sus glúteos y bajándolos por entre estos, rozando su ano y luego su vagina, ¡uf qué dura la tenía!
    
    Para cuando Yui se giró y me mostró su pubis peludo y suave yo tenía una erección de caballo. Ella sonrió me la tocó suavemente.
    
    –¿Quieres que te la chupe? –me preguntó.
    
    –¡Como no! ...
«123»