Una noche para olvidar, bueno depende - Relatos Eróticos

Una noche para olvidar, bueno depende

Una noche para olvidar, bueno depende

Y recuerdo aquella noche en que salí con unos amigos de fiesta, salida que en verdad no era de mi agrado, pues por ese tiempo, cada uno de ellos iba con la novia, cosa que no me gustaba ir de ‘carabina’ (o sea, persona que acompaña a las parejas).

Y como de un local íbamos a otro, pues en realidad, salíamos por expreso deseo de las chicas, ya que no era de su agrado, donde entras te pides la copa, y pasado cinco minutos, tenías que tomarte está a toda pastilla.

Y debo decir que, en un momento dado se descontrolo la cosa, ya que acabe por explotar, y darme por decirles a esta un par de cosillas, como el estropearme los futuros ligues, entre otros comentarios fuera de lugar. Y tras marcharse las chicas ciertamente molestas, sus acompañantes iban detrás como ‘borreguitos’, o sea mis amigos, mientras uno de ellos, me soltaba...

Y tras unas copas, comencé ir de flor en flor con las chicas del local, acabando por conocer a una de ellas, y acabar en un reservado, donde entre comida de boca, me dio por meterle mis manos por debajo de sus prendas. Chica que estaba tan encendida como yo, y que ella misma, comenzó a magrearme mi miembro sobre el pantalón... uuummmm!!. Donde la chica, acabo por proponerme el irnos a mi piso, mientras yo, acabe por sugerirle... ‘metérsela allí mismo’, y claro está, a la chica esto se lo tomo muy mal. Tanto que, tras la sugerencia, esta me llamo pervertido y me dio una sonora bofetada, y cuando se levantó y quiso marcharse, volví a pedirle explicaciones, cogiendo esta y acabar por darme una patada en los huevos, acabando hay todo.

Y como recuerdo, como tirado en el suelo con un dolor de cojones, y no, mejor dicho, pasaron al menos diez minutos o quizás algo más, cuando se me acerco finalmente a auxiliarme una chica. Chica que, se me presento un rato después como Valeria, y capullo de mí, como que quise liarme con esta, como modo de compensación, y claro está de desahogo. Chica que, acabo por confesarme...

Y que mi respuesta le asombro, dejándola perpleja, pues acabe por soltarle...

Y comenzamos a hablar, conversamos sobre lo ocurrido hasta ese momento, y como una cosa llevo a la otra, sugiriéndome Valeria el irme con ella y sus amigos. Donde tras presentarme a estas parejas, recuerdo como uno de ellos, me dijo...

A algo que no tenía ni puta idea de lo que es, pero que antes la falta de planes, acabe por aceptar, mientras Valeria intentaba hacerme desistir, y tras llegar a otro local, cuyo ambiente me sonaba más a otros que solía ir. En un momento dado, uno de sus amigos, me ofreció algo para continuar la noche, y aunque denegué el ofrecimiento, pues yo no suelo tomar ninguna sustancia rara.

Y recuerdo, como estos no dejaban de animarme, acabando finalmente por aceptar, viendo como ellos tomaban unos polvos blancos (Metanfetamina de cristal), estos acabaron por sugerirme algo mucho más suave, ofreciéndome unas pastillas verdes. Pastillas que nuevamente Valeria ...