1. Hermana follada y amordazada en pandemia


    Fecha: 05/11/2019, Categorías: Incesto Autor: ghesuita, Fuente: CuentoRelatos

    ... mirada se fue con su cola satinada.
    
    Laura subió la música y abrazada al ritmo de la bachata se acercó y me tomo de la mano. Bailamos, mano en cintura, girando, pasando mi cara cerca de la suya, oliendo su aliento, maravillado. Comimos y bebimos, reímos; nos mirábamos a los ojos divertidos, sonrientes, felices como hacía mucho tiempo no lo hacíamos.
    
    Mi hermana se puso de espalda a lavar los platos.
    
    -¿Me vas a mirar la cola toda la noche o me vas ayudar? -me dijo jocosa.
    
    Me tenía en offside, durante toda la "fiesta" en cada oportunidad de distracción, la había mirado disimuladamente o no tanto como ahora me hacía saber.
    
    Me acerqué con las manos en alto, sonriente. Ella me tomó del cuello de la camisa, acercó su cara y me lamió la mejilla. Paso a un costado y sin poder controlarme la tome de la mano y con el otro brazo acerque su cintura a la mía y la bese… no hubo resistencia, solo un cálido gemido.
    
    Súbitamente comprendí el horror y di un paso atrás trastabillando. Laura solo se dejó caer sobre el sofá con las piernas y los brazos extendidos, la cabeza de costado. Yo quedé parado en el medio de la habitación, intentando suspirar una disculpa. Laura volvió la mirada hacia mí y explotó en una risa insana. La blusa emplumada voló por el aire, quedando en corpiño, entonces, se incorporó.
    
    -Que boludo que sos -dijo entrecortada, lagrimeando- Vení acércate -volvió a susurrar.
    
    Camine unos pasos manteniendo distancia prudencial.
    
    -En circunstancias excepcionales, medidas excepcionales… te espero en mi habitación si querés… te la puedo mamar, la cola, lo que quieras… pero si no venís ahora nunca más te hablo -dijo con mirada terminante.
    
    Vi el culito encuerado desaparecer tras la puerta entreabierta. Me quedé tomando aire en el balcón toda la madrugada…
    
    No fue un mal sueño, habíamos transgredido un límite y solo podía pensar en seguir más allá de allí. Laura salió de su habitación cerca del mediodía. Desalineada, con una mini vaquera se sentó en el inodoro con la puerta abierta. Orino y se limpió, vi todo.
    
    -Hermana, te pido disculpas -susurre desgraciado.
    
    Mi hermana cruzó un dedos sobre su boca -shhh. Camino hasta la mesada y sacó un rollo de cinta plateada de un cajón, corto un pedazo y lo pegó en su boca, bien ceñido a los labios carnosos.
    
    -Supongo que vas a cumplir tu promesa de no hablarme más -mire de reojo
    
    -mmpff -contestó
    
    -Es ridículo, ¿te sentís bien?
    
    -mpph -señal de fastidio
    
    Laura se sentó junto a mi en el sillón
    
    -mmpfhh -señalando la boca
    
    -¿un beso? -pregunte
    
    -mph -afirmó
    
    -¿con la cinta? -extrañado
    
    -mph -afirmativo
    
    Apoyé los labios sobre su mordaza y no pude evitar llevar mi mano a su entrepierna. Ella gimió entre la aprobación y el deseo. No puedo explicar como, enseguida estaba yo penetrándola con la dulce sensación de sentir el húmedo y estrecho conducto aflojar su resistencia, provocando bocanadas de placer. Con las piernas abiertas sobre el sillón, gimiendo, sus manos en mi ...