1. Mi esposa argentina 4 parte 8


    Fecha: 02/04/2019, Categorías: Infidelidad Autor: Lanfasone1, Fuente: TodoRelatos

    ... prueba palpable de la cachondez de Fernanda, tuve una inmensa
    
    sensación de voluptuosidad.
    
    Si……… tenía razón Chema, era exquisito ese flujo, esa dorada humedad del coño exquisito
    
    de mi esposa.
    
    Entonces Chema tomó la iniciativa, tal vez conocedor de que Fernanda estaba superada por la
    
    situación.
    
    Se acercó a ella y la besó, suavemente, cogiendo su cara con las dos manos, las
    
    manos morenas de Chema aprisionando el rostro de mi esposa, ella lo miraba como sin
    
    voluntad, dejando que él decidiera por los dos.
    
    Ella cerró los ojos y dejó que él la llevará levemente hacía atrás, empujándola con pequeños pasos
    
    cortos mientras se seguían besando, hasta que la espalda de Fernanda hizo contacto con la pared
    
    Los besos sonaban suaves y sentidos en la habitación, no sé en qué momento comencé a filmar con el móvil. Al sentir la pared en su espalda ella giró la cara y él la besó en el cuello, entonces una mano delicada de mi esposa acarició el espeso y negro cabello de Chema.
    
    Él se desabrocho el cinturón, el pantalón cayó pesadamente hasta sus tobillos, sus calzoncillos quedaron por sus rodillas.
    
    _La extrañabas ¿a que sí?_ dijo él triunfante, porque ahora ella lo pajeaba lentamente, la gran polla de Chema que yo solo había visto en videos, la gran polla primigenia que había comenzado el emputecimiento de mi esposa cuando todavía no era mi esposa.
    
    Era como estar viendo en directo el origen de toda esta historia.
    
    _Estas guapísima, estás dele follar con muchos tíos distintos ¿No es verdad?_ dijo él, por primera hablándole sin ironía ni agresividad, como viejos amigos que se reencuentran después de mucho tiempo.
    
    _Si…_ dijo ella quedamente mientras seguía sobando la polla morena y algo torcida.
    
    Se volvieron a besar, ahora si Fernanda con ardor, poniendo su otra mano en la nuca de él, buscando su boca con deleite. Yo estaba de algún modo sorprendido, de que ella siguiera después de tanto tiempo, enganchada a este tío al que decía despreciar y odiar.
    
    Fue en ese momento que Chema le levantó la falda del vestido y a la vez una de las largas piernas de mi esposa que emergió desnuda, solo con la bota marrón casi hasta la rodilla.
    
    Y así mientras le sostenía una pierna con su brazo comenzó a penetrarla lentamente, los dos de pie, ella tiró su cabeza hacía atrás casi golpeando contra la pared.
    
    Parecían dos amantes que no pueden esperar a desnudarse para follar, estaban ridículamente a medio vestir o a medio desnudar, pero lo que no eran ridículos eran los lastimeros gemidos de Fernanda cuando esa ansiada polla de Chema se adentraba en ella.
    
    Él le alzó la otra pierna y ella la pasó sobre la cintura de Chema, quien se afirmó bien y la levantó del piso a punta de polla.
    
    Y sosteniendo las largas piernas desnudas de mi esposa con sus brazos, ayudándose del apoyo en la pared comenzó a embestirla con fuerza.
    
    Las botas marrones de Fernanda se anudaban a la cintura y al culo desnudo de Chema.
    
    Su espalda resbalaba ...
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