1. Santa enculada!


    Fecha: 02/11/2019, Categorías: Transexuales Autor: NicoDeviante, Fuente: TodoRelatos

    Soy uno de los monaguillos de la parroquia de mi barrio, tengo 19 y soy puto desde siempre. El cura de la parroquia, el padre Pepe, se divierte conmigo 2 o 3 veces por semana. No que me abuse, soy más que voluntario, tiene una buena pija y la usa muy bien. Hace unas semanas, en la misa, vi desde el altar una cara que me sonaba conocida, pero no podía ubicar de donde. La misa terminó, la gente se fue y yo seguía con la cara dando vueltas en mi cabeza. Hasta que cayo la ficha, era Magda una travesti que la tenia bien apuntada, tremenda pija, muy activa y muy buenos comentarios en los foros. Pero vivía muy, muy lejos, así que era solo una paja de vez en cuando con las fotos y videitos que publicaba. Yo estaba acostumbrado a verla en las paginas, bien pinta de puta, vestida común había costado un poco reconocerla. Busque en las paginas y vi que estaba viviendo ahí cerquita, joya! Yo trabajaba en el centro, hasta tarde, eso me complicaba visitarla. Iba a misa todos los domingos, yo esperaba una oportunidad. Unas semanas después, domingo a la tarde, la cruce saliendo de la panadería, me reconoció, “vos sos el pibe de la misa, compre criollitos, no querés venir a tomar unos mates?”. Obvio que acepté, ella vivía a un par de cuadras. Entramos, puso los criollitos en la mesa, me manoseo el culo y me comió la boca, yo le mandé mano a su pija. Me puso las manos en los hombros y automáticamente me arrodillé y saque su pija del jogging. Se rió, “que cancha tienen ustedes para arrodillarse a chupar pijas”, no se quien era el “ustedes”, pero para mi arrodillarme y chupar es automático. Si en las fotos la pija era divina, en vivo me enamoré de una, empece a besar y chupar esa cabezota. Ella agarró mi cabeza y empezó a manejar la mamada, no demoró y la tenía hasta la garganta. Ella alternaba, un poco cogía mi garganta y otro poco me hacía trabajarle la pija con la boca. Y mientras tanto me desabroche la bermuda y la bajé a las rodillas. “Linda tanguita” me dijo, no me acuerdo si era de mina o de trolo, pero siempre uso tanguitas, me encanta sentirlas enterradas en mi culo.
    
    Ella agarró mi cabeza y empezó a manejar la mamada, salía un poco y volvía a enterrar hasta que mi nariz chocaba con su panza, me tenía ahí un poco y me soltaba. A veces sacaba su pija llena de mi baba y me la pasaba por la cara y me garroteaba con ese tremendo pedazo de carne. Hasta que me acomodó en el brazo del sofá, me lubricó con mi propia baba, y empezó a meter. Firme y a fondo, no me violó pero me la enterró de una, divino placer! Empezó a bombear, más lento primero, pero no demoró y ya estaba dándome duro y a fondo, a veces sacaba todo y volvía a enterrar de una, que bien usaba su pija. Yo gemía como una puta en celo y meneaba las caderas al ritmo de su pija. No aguanté mucho y acabe sin tocarme, mi pija había quedado del lado de afuera del sofá, yo no llegaba y ella apenas la acariciaba un poco con la punta de las uñas. “Que puto que sos, como gozas fácil”. Siguió dándome un poco y ...
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