1. No puedes llevarlo contigo


    Fecha: 28/10/2019, Categorías: Gays Autor: Gavin, Fuente: SexoSinTabues30

    ... colegio también?
    
    -Sí, pero soy más grande que ustedes. Me llamo Santiago.
    
    -Yo soy Miguel, me dicen Mike… ¿Me ayudás a coger al Rusito?
    
    -¡Eso sería increíble!- dije, para animar a Santi – ¿Y cómo lo van a hacer?
    
    -Estuve viendo porno hasta que se me acabó la batería –se entusiasmó Miguel- Vi cosas muy ricas…
    
    -¿Y te hiciste muchas pajas?- le pregunté.
    
    -¡Ni una! Me estaba reservando para cogerte. ¿Vamos, Santi? ¿Lo cogemos?
    
    Santi no era de fierro.
    
    -Está bien- dijo, sacándose el slip.
    
    -¡Wow!- se asombró Miguel – ¡La tenés grande y tenés pelitos! ¡Mejor metésela vos que sos todo musculoso!
    
    -¿Y vos solo vas a mirar?
    
    Hablaban como si yo no estuviera allí. Decidí intervenir.
    
    -Si me la va a meter Mike, avísenme porque ni me voy a enterar. Pero si me la metés vos, Santi, por favor usá mucho lubricante.
    
    Miguel se ofendió y me hizo cosquillas hasta que me disculpé.
    
    Después le explicó a mi amigo cómo me tenía que colocar para hacer lo que él deseaba.
    
    -Muy creativo, chiquito- le dijo Santi- Pero no somos de goma. Vamos a ver qué podemos hacer…
    
    Yo estaba acostado boca arriba. Santi tiró de mí hasta que mi cola quedó cerca del borde de la cama. Tomó el frasco de lubricante y abriéndome de piernas, puso mis tobillos sobre sus hombros. Sentí sus dedos untando mi orificio de gel íntimo, entrando y saliendo.
    
    Mientras Santi me preparaba, yo había perdido de vista a Miguel.
    
    -¿Lo viste al enano?- le pregunté.
    
    -Está ahí, curioseando en la mesa de luz de tu mamá- me respondió, y con delicadeza, me empezó a penetrar.
    
    Santi tenía un lado salvaje, estábamos cara a cara y lo noté en su expresión. Tal vez sentía rabia por todo lo que había pasado y necesitaba desahogarse. Sus embestidas fueron firmes desde el comienzo.
    
    El gozo de ser cogido por él era doble: me daba un gran placer y a la vez, encendía la esperanza de que todo volviera a ser como antes.
    
    No sabía qué estaba curioseando Miguel, pero me relajé. Santi estaba haciendo un trabajo delicioso conmigo y yo quería disfrutarlo.
    
    -¡Wow! ¡Miren lo que encontré!- chilló Mike.
    
    Vi al enano con un vibrador de mi mamá en la mano: -¿Esto cómo se usa…?
    
    -Dámelo- le dijo Santi. Lo encendió y empezó a acariciar mis genitales con el vibrador. Gemí al sentir su roce en mi pene.
    
    -Igual que en los videos porno: ¡Está dando grititos! –observó Miguel.
    
    -Aprovechá que está entregado- le dijo Santi, embistiendo con más ritmo –¡Hacele lo que quieras…!
    
    Miguel ya le había tomado el gusto a los besos de lengua y buscó mi boca. Su lengüita rosada se enroscaba sensualmente con la mía, mientras sentía sus deditos jugar con mis pezones.
    
    La combinaciónbesos-caricias-paja-penetración fue demasiado para mí. Le avisé a Santi que me venía. Él dejó el vibrador a un costado, tomó mi pene y, con picardía, lo orientó hacia el cuerpo de Miguel.
    
    Al notar que yo había empezado a suspirar fuerte, Miguel giró para ver qué me estaba haciendo Santi.
    
    En ese momento, eyaculé. El ...