1. La primera y última


    Fecha: 27/10/2019, Categorías: Gays Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... de embarque y aseguró que me llamaría. Todo esto sucedió en abril.
    
    Me escribió dos veces y me llamó muchas más. Inclusive me mando la versión inglesa de un libro de una autora dominicana que me gusta mucho (Julia Alvarez) con una flor dentro y una nota en español de lo más profunda.
    
    Por cierto que me pasaba muchas horas de noche pensando en esta situación y la inminencia de su visita. Soñaba con ello, me sentía fuera de base. A ratos me decía que esto era una locura, y en medio de todo esto mi novia, quien por mis permanentes ausencias me presionaba y andaba medio disgustada conmigo.
    
    A fines de Junio, la situación con ella se pudo insoportable y decidió dejarme y se fue de viaje a casa de sus padres en España.
    
    Todo estos eran como señales de las que mis dudas se aferraban para hacer posible el encuentro con este chico.
    
    Bueno, yo estaba peleado con mi novia. El me llamó y me pidió precisar fechas para visitarme. Yo con algo de temor, pero con curiosidad y ansia, acepté encontrarme con él. El siempre me decía (o escribía) cosas bonitas, no mencionó en ningún momento nada sobre un encuentro sexual, pero como que todo estaba preparando una situación de ese tipo.
    
    Finalmente él vino a un hotel de Puerto Plata, es una zona de playa al norte de la isla, y yo fui un fin de semana para encontrarme con él. Yo tome mi habitación independiente y cuando me llamó para invitarme a cenar lo hizo en su habitación. Había tomado una suite, preciosa, con muchas velas y una mesa bonita, con flores, y tenía una pequeña piscina, más bien como un jacuzzi múltiple, pero de mosaicos, en la habitación.
    
    Yo como me que sorprendí cuando vi eso. Le dije que yo no estaba preparado para algo así, como romántico, que este era mi primer encuentro con un chico, que primero quería conocerlo un poco, que hasta ahora solo había tenido fantasías. No me dejó seguir. Me dijo que había recorrido miles de kilómetros para estar conmigo, que no haría nada que yo no quisiera y que el era un ser libre, que no pensaba ni me pedía un compromiso de largo plazo, pero que eso no significaba que en nuestro encuentro no podía haber algo de magia.
    
    Les juro que no creía lo que me estaba pasando, el me hablaba, tomando mi mano (no me toco en ese momento nada mas que la mano, la tenia cogida entre las suyas) y me decía que desde que me vio solo había pensado en estar conmigo, desnudos, aunque solo sea abrazados, y yo escuchaba esto y en mi cabeza pensaba "y si es un loco", "pero parece un angel", "esto solo pasa en las novelas (mas bien en las historias gay) y revistas", en fin.
    
    Me pidió que me relajara y puso música suave. Nos sentamos a comer, pero después puso merengue (la danza nacional) y luego de un rato me dijo que quería que le enseñara a bailar. Ahí fue cuando me tomo entre sus brazos y estuvimos intentando bailar (los gringos no tienen mucho ritmo) pero el hacía su esfuerzo y se reía, y me abrazaba y la verdad es que para ese momento yo ya estaba mas relajado y un ...