Pau y las prácticas en la Masía. Capítulo 15 - Relatos Eróticos

Pau y las prácticas en la Masía. Capítulo 15

... perfectamente cortado, le daban un aire muy masculino. Era algo más bajo que yo, alrededor de 178-179, pero se apreciaba perfectamente, que era un chico que cuidaba y trabajaba su cuerpo. Su brazo izquierdo, estaba totalmente tatuado, con motivos tribales. Al igual que uno de sus gemelos. Lo que más me llamó la atención fueron esos ojos negros y profundos.

Rescaté a Eric, de mis amigos y conseguimos llegar al vestuario. A ese en el que todas las semanas nos cambiábamos para la pachanga semanal. No eran las instalaciones de la Masia. El espacio era reducido, las bolsas se amontonaban en los bancos y la ropa colgaba de una sencillas perchas.

El partido estuvo bien. Al principio mis colegas se cortaban de meter la pierna a Eric, pero en cuanto pasó algo de tiempo, ya era uno más. Hacia bastante calor, y en seguida rompimos a sudar. Marc también estaba muy integrado. Creo que empatamos, y tuvimos que aguantar las baciladas de Manel, había marcado dos goles.

Después de una hora de partido, los 14 chavales, estábamos fundidos. Incluso Eric, había sudado. Su camiseta, mojada, le marcaba todo el pectoral. Nos sacamos una foto de grupo y nos fuimos hacia el vestuario.

El vestuario después de un partido, suele ser un desastre. Ese día aún lo era más. Las risas, las voces altas y las baciladas, se mezclaban con un olor a sudor y ruidos de cremalleras abriendo las bolsas de deporte.

No sin esfuerzo, y después de haber movido alguna ropa, conseguí un sitio en el banco. Eric se había puesto al lado mío. Estábamos que casi no entrábamos. Si era un jugador del barca, pero actuaba con total normalidad. Comenzamos a desnudarnos, mientras alguno de mis amigos, ya entraban a la ducha y el vapor empezó a extenderse.

Cacé algunas miradas, especialmente de Jordi y Marc, a Eric, que en ese momento, sólo llevaba ya, aquellos slips oscuros. Realmente el cuerpo de mi pareja, era espectacular. Echaba en falta ese pectoral, esos abdominales y esos muslos poderosos.

Yo estaba con mi rutina, en ese momento me quitaba las medias. De forma inconsciente, miré lo que hacia Jordi, Manel ya estaba en la ducha. Jordi, se desnudaba sin prisa, pero mi mirada se fue directamente a Marc, que justo iniciaba el paseíllo de 4-5 metros hacia las duchas.

Como os he dicho, el típico chaval, más bien normalito, ni muy guapo, ni muy feo, que estaba claro que cuidaba su look. Lo que no imaginaba, era ver lo que escondía su ropa. Tenía un cuerpazo, incluso me despertó algo de envidia. Estaba muy definido, el pecho trabajado, pero no en exceso, un ligero vello cubría cada pectoral. Los abdominales estaban al nivel de los de Manel, se contaba perfectamente los 6. Estaba bastante moreno, lo que hacía que las marcas del sol se le notaran, en piernas, brazos y por supuesto también en los genitales. Un fino vello bajaba desde el ombligo hasta su pubis. No estaba rasurado, pero estaba claro, que Marc se lo recortaba. Estaba bastante cuidado. Desde el vello púbico, caía un rabo de ...