Jugando al poker con mi hermano. Cuarta parte. - Relatos Eróticos

Jugando al poker con mi hermano. Cuarta parte.

Pasó un mes desde el suceso que sin duda marcó nuestra vida. El recuerdo de aquello venía a mi cabeza y no podía evitar masturbarme con aquel momento vivido.

El placer que sentí no lo igualaba nadie, ni tan siquiera mujeres con las que quedaba.

Respecto a mi hermano Manuel, siguió con su vida como si nada. No volvió a insistir con follarme por lo que supuse que ya se habría dado por vencido.

Hasta que un día nuestros padres se fueron de nuevo.

Yo temí que Manuel me asaltara por la casa e insistiera hasta hacerme desistir o que me chantajeara y no me quedara mas remedio. Algo que yo quería evitar a toda costa pues una cosa era dar a y otra recibir, o así lo veía yo.

Después de comer con total normalidad Manuel se colocó detrás de mí, yo estaba sentado y deslizó sus brazos por delante de mi cuerpo.

-Oye hermanito -dijo con tono de voz suave -¿te apetece que pasemos un buen rato?

Aquello no me pilló de sorpresa y ya tenía la respuesta preparada.

-Si me propones follarme, no. Si quieres otra cosa...-dejé que supusiera que “otra cosa” era sexo pero sin que me follara.

Se separó de mi enfadado.

-Pues entonces no, yo puse el culo y ahora creo que es justo que lo pongas tu. Yo también quiero sentir como es dar.

No quise responder para no alimentar aquella discusión así que me levanté y me fui a mi cuarto.

-Voy a echarme la siesta -dije tajante sin darle pie a que me respondiera.

Me puse un pantalón corto y me tumbé en la cama.

Tras un rato durmiendo sentí como alguien se tumbaba a mi lado. Sin duda era Manuel.

-Oye -susurró -¿estás durmiendo?

-Ahora ya no ¿que quieres?

-Venía a pedirte disculpas creo que me he portado un poco mal.

Pasó un brazo por encima de mi.

-Venga , no te enfades.

Yo me giré de lado y le dí la espalda. Mi hermano pegó su cuerpo al mío y prosiguió con sus disculpas.

-Es que como me gustó mucho que me follaras quería que tu también sintieras eso.

-Vale, te perdono -dije para que me dejara en paz.

Durante un momento estuvo tumbado junto a mí sin decir nada hasta que comenzó de nuevo a hablar.

-No estuvo nada mal, además me lo hiciste muy bien. Ningún otro me lo ha hecho como tu.

Aquello me dejó de piedra. ¿Había estado follando con otros durante este tiempo?

-¿Como dices? -pregunté sorprendido.

-Si, he quedado con tipos desde que probé tu rabo -respondió sin tapujos -pero ninguno me ha satisfecho.

Aquello me excitó, he de admitirlo. Imaginar a mi hermano siendo follado por otros era algo que

me hubiera gustado ver.

Sentí como su polla pegada a mi cuerpo comenzaba a endurecerse. Yo me moví un poco para acomodarme sin poder evitar frotarme con él.

-¿No dices nada? -preguntó al ver mi mutismo.

-Es que me sorprende -contesté.

-¿Quieres saber que sentí cuando me follaste?

Yo asentí con la cabeza.

-Cuando tu polla entró en mi culo -comenzó a relatar mi hermano -sentí como se me abría y me dolió, pero estaba muy excitado como viste. No ...