Simplemente un intercambio de miradas - Relatos Eróticos

Simplemente un intercambio de miradas

Simplemente un intercambio de miradas

No hace mucho, quizás hará tres o cuatro semanas que, estuve en Portugal, claro está el sitio exacto no os puedo decir por conformidad, ya que me han propuesto que llevara la instalación de telecomunicaciones de una obra. Propuesta que me tuve que trasladar junto a unos compañeros a tal sitio, donde nos enseñaron el proyecto, aprovechando de paso por buscar ‘futuros’ alojamientos si finalmente se aprobaba.

Y como he dicho, me dio por encaminarme hacia unos alojamientos recomendados, cuyas calles no dejas de cruzarte con personas, viendo lo muy concurrida que estaba la zona. Y en un momento dado, vi de lejos a un individuo mayor, hombre que me miraba fijamente, y que cuando nos cruzamos, no puedo negar que entrelazamos las miradas. Y aunque continúe caminando hacia delante, no pude evitar mirar hacia atrás, obviamente no las tengo todas conmigo, pero tampoco pierdo nada por mirar. Y si, acabe por detenerme, girar mi rostro hacia atrás, y encontrarme a ese hombre hay parado mirándome, individuo delgado, alto, y canoso. Cuya piel, parece chupada, y aparenta estar quemado por el sol.

Y debo deciros que, aunque fui yo, quien se giró a mirar, poniendo como se diría ese granito de arena, no fui yo quien se acercó, pues esperaba que fuera el quien diera ese paso, como así fue en realidad. Y fue acercarse, y de buena a primera coge y me da un piquito (beso), cogiéndome por sorpresa pues no lo esperaba, y le da por preguntarme...

Y tras decirle chico, aunque por mi edad podría decirle hombre, pues ya he pasado de los veinticinco años, pero como me dicen muchos (y muchas), no los aparento. Ya que, entre esta cara aniñada, y el cuerpo, como que pocos aciertan con mi edad, algo bueno para unas cosas, y malas para otra, pero, en fin, sigamos. Y darme por soltarle a esté, aquello que sobraba claro está, pero aun quise dejarlo claro, como...

Y este cortarme con rapidez, y con ese acento tan peculiar, pues a pesar de ser portugués, tenía dentro de lo que cabe un buen español. Y como he dicho anteriormente, tras cortar mi respuesta, coge y le da por colocarme una de sus grandes manos sobre uno de mis hombros. Dándole por responderme con cierto retintín, diciéndome...

Suelta, y acaba...

Y la verdad, no me lo esperaba que fuera tan directo este hombre de origen portugués, obviamente no soy nuevo en esto, pero su descaro me dejaba fuera de juego. Persona que ya no solo era por su forma de hablar, sino por como actuaba, pues sin tapujos le da por palmear mis nalgas. Pero quedándome aún más en blanco, como tras acariciar mis nalgas, coge y le da por deslizar algunos de sus dedos entre mis glúteos... uuummm!!. Cosa que hizo, y que si llegar a cortarse a pesar de seguir en plena vía, y encima, coge y sugerirme, aquello de...

Y el conocer a alguien nuevo así de golpe, no es tan fácil como yo suelo ver, bueno si lo es en parte, pero debo de buscarlo, ya no solo es ir al sitio en concreto, sino con la mirada o ...