Mi mujer por fin folló con un verdadero macho 3 - Relatos Eróticos

Mi mujer por fin folló con un verdadero macho 3

... decir nada, no podía decirle que no, no podía revolverme y salir corriendo,. Estaba muy asustado pero a la vez con ansía de que lo hiciera. Raquel se reponía poco a poco de la gran follada que le había dado Angel.

Raquel: dale bien duro al cornudo, hazle saber lo que es un verdadero macho, cosa que el jamás lo ha sido ni lo será

Angel: ¿escuchas a tu mujer, oyes lo que dice?

Yo: s….si la oigo

Angel: ¿y que opinas?

Angel seguía con la polla rozando mi ano, mientras la acariciaba para que no perdiera un ápice de dureza.

Yo: pues… que tiene razón, lo que dice es cierto, pero te pido por favor que no seas bruto, me romperás por dentro

Angel: Como has sido un buen maricón todo este tiempo, como me has hecho muy buenas mamadas, voy a tener compasión contigo y lo haré despacio, dijo esto mientras guiñaba un ojo a mi mujer.

Yo: gracias

Angel: venga, sigue limpiando su coño, que te encantará la leche mezclada con sus jugos

Justo en el momento que bajé la cabeza para seguir lamiendo y limpiando su coño, Angel dio un fuerte empujón y enterró su polla en lo más profundo de mi ano. Mi grito se debió escuchar en toda la calle.

Yo: ahhhhhhhhhhh sacalaaaaaaa me dueleeeeeeeeeeeeeeeeeeee

Raquel: no lo hagas, folla a la maricona, dale duro

Yo: por favor sacalaaaaaa no aguanto el dolorrrrrrrrrrrrrrr

Angel: tranquilo maricón, pronto pasará el dolor

Yo: no puedooo ahhh me dueleee muchooooooo

Raquel disfrutaba de la situación, ver al maricón de su marido follado por la polla que momentos antes la había follado a ella nunca lo habría imaginado. Quería hacerme pagar por todos los años que no he sabido satisfacerla, que no la he dado el placer que merecía. No conocía a esa Raquel, pero lejos de asustarme, me estaba gustando esa nueva forma de pensar y actuar. Era la Raquel que siempre había soñado tener.

Poco a poco, el intenso dolor fue dando paso a un grandísimo placer, me encontraba bien lleno de polla, lo que siempre había deseado se estaba cumpliendo, por fin una buena follada y encima con mi mujer presente.

Raquel: maricón, no abandones mi coño, sigue lamiendo

Mientras Angel seguía fallándome, comencé de nuevo a limpiar el coño de Raquel. Era delicioso tragar la corrida de Angel y los jugos de mi mujer mezclados. Mi pequeña polla no paraba de gotear, mi mujer se dio cuenta de esto.

Raquel: mira como le gusta al maricón, su polla no deja de soltar precum

Angel seguía con sus embestidas, a cada minuto que pasaba más fuertes y ya más placenteras para mí. Mi ano se había acostumbrado a semejante polla y aunque aún sentía algo de dolor, el placer era más fuerte y poderoso.

Raquel apartó mi cabeza de su coño, se levantó para verlo más de cerca, yo me tumbé sobre la mesa, apoyando mi pecho en ella y dejando mi culo más expuesto si cabe a las embestidas de Angel.

Raquel acercó una mano y comenzó a acariciar sus huevos, mientras se besaban y mezclaban sus lenguas.

Raquel: sácala un momento, quiero ver su ...