1. Rompiendo la monotonia


    Fecha: 01/04/2019, Categorías: Dominación / BDSM Autor: marori69, Fuente: RelatosEróticos

    ... Silvia frente a mi cara, se estaba corriendo también. Vanesa se vino inmediatamente en un sonoro orgasmo, y Manuel lo hacia dentro de su mujer al poco tiempo, mientras mi mujer lamia los restos que salían de la vagina de Silvia. Esta cogió mi polla, ya fuera, y comenzó
    
    a
    
    chuparla para dejarla limpia y casi en plena forma de nuevo. Manuel aparto el culo de su mujer de la cara de su hermana, e introdujo su polla en su boca, para que hiciese lo mismo con ella.
    
    Levantamos a Vanesa de la cama tras desatarle las manos, pero aun con la barra en los tobillos. Tuvimos que sujetarla para que no se callera al suelo. Se veía exhausta. Manuel saco unas correas de la maleta y hábilmente ato las manos de su hermana, una al cabecero y otra al lado de los pies de la cama, quedando en cruz. Por su boca y su entrepierna resbalaba un fluido mezcla de semen, saliva y sudor, y el maquillaje de su cara estaba diseminado por toda ella. Ese aspecto grotesco, me excito de nuevo, había soñado ver esa imagen delante de mí muchas veces, pero nunca pensé que sería la mujer que tanto quería.
    
    Manuel me acerco un látigo, y Silvia le ponía de nuevo las pinzas en los pezones, esta vez conectadas a unos cables que iban a una caja que ella tenía en la mano. Además de cada pinza colgó unas pequeñas pesas que estiraban de los pezones hacia abajo con fuerza. La primera descarga no tardo, y debió de dolerle, pues el grito fue grande, acompañado de una lágrima en su ojo derecho.
    
    Paramos? L
    
    e dije. A lo que negó con la cabeza
    
    Manuel le puso la mordaza de nuevo. Empezamos a acompasar descargas en los pezones, con el látigo por todo el cuerpo. No imprimía demasiada fuerza, pues no quería dejarle marcas, pero la suficiente como para que su cuerpo fuese tomando un color rojizo en las zonas castigadas, especialmente nalgas y pechos. Un buen rato después, paramos. Manuel se puso tras ella y le saco el dildo del culo, que aun seguía ahí. Silvia lo chupo con lascivia, mientras Manuel aflojaba un poco las correas y sentaba a Vanesa sobre él , y le metía la polla en el culo, que aun no había probado.
    
    Yo frente a ella. Levante la barra de sus pies, me acomode entre sus piernas y de un golpe volví a metérsela en el chorreante coño.
    
    Atada en cruz a la cama, semisentada sobre su hermano con su polla en el culo y la mía en el coño, Silvia se afanaba en darle descargas en los pezones y lamerle toda la cara. Tardamos muy poco en volver a corrernos los 3. Desatamos a Vanesa y Silvia se ocupo de limpiar todo el semen que de ella salía, mientras Manuel y yo, uno a cada lado de la cama, le quitamos el bozal, para que hiciera lo propio con nuestros miembros.
    
    La verdad que se nos veía cansados a todos, sobre todo a Vanesa, pero ese afán en chuparnos la polla, la situación, Silvia limpiando con la legua cada rincón de su cuñada, todo eso junto provoco en mi otra semiereccion. Yo no me creía lo que estaba viviendo con mi edad, y mucho menos con quien. El colmo ya fue cuando Silvia se ...
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