1. Fiesta de disfraces


    Fecha: 13/10/2019, Categorías: Gays Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... toda.
    
    _Hazlo por favor, Aaah! Aaah!
    
    Fue lamiendo mi cuerpo hasta mi polla y luego se la metió dentro. Jugaba con ella como si fuera un helado de chocolate me absorbió todo mi semen dejándome inconsciente.
    
    _Gírate que vea tu hermoso culo.
    
    Le obedecí como fiel sirviente del conde drácula. Enseguida sentí el tacto de sus manos en mis nalgas. Acariciando mis redondas y grandes nalgas. Sus mordiscos me ponían la piel de gallina y volvía a notar como mi polla volvía a dar señales de vida.
    
    _Tienes un culo perfecto cariño.
    
    _No me hagas daño por favor.
    
    _Déjame comérmelo.
    
    Y mis nalgas se abrieron dejando mi ano para su lengua viperina. Con una mano en cada nalga y su lengua acariciando mi ano comencé a retorcerme de placer. Sus manos apretaban con fuera rozando el dolor mientras la lengua intentaba introducirse en mi cuerpo.
    
    Cada vez estaba más lubricado y sus largos dedos comenzaron a moverse a su antojo en mi culo. La excitación era increíble, ya era todo suyo.
    
    Oí la cremallera bajar de sus pantalones y note su miembro rozarse con mis nalgas. Se había desnudado y su imagen no era nada excitante. Era velludo y con un poco de barriga pero yo ya estaba deseando probar la penetración como para fijarme en su físico.
    
    Se puso encima de mí y nuestros cuerpos retozaban mientras su polla pedía paso entre mis nalgas. Al final me puse en postura de perro y con sus manos abrió mis nalgas para introducir su polla en mi culo. Note como se algo se introducía en mi ano, el dolor era fuerte y creía que no lo podría soportar. Su polla era bastante gorda y mi culo no estaba tan dilatado pero poco a poco me la fue introduciéndola toda. Sus movimientos eran lentos y en cada embestida notaba como en mi interior algo estaba hirviendo. Pero el dolor poco a poco se fue convirtiendo en placer y el cuerpo extraño en mi culo comenzó a darme satisfacción. Las embestidas fueron cada vez más fuertes mientras el choque de nuestros cuerpos producía un ruido hueco.
    
    Disfrutaba y comencé a mover mi culo en pompa buscando el placer más extremo, gozábamos los dos y los gemidos eran cada vez más constantes. El agarraba mis nalgas y de vez en cuando me azotaba para recriminarme lo bien que lo hacia.
    
    Al final doble mis brazos y con la cabeza en el suelo le deje que hiciera lo que quisiera conmigo, yo ya estaba en el séptimo cielo de placer.
    
    Sus embestidas finales me hacían moverme adelante y atrás, notaba como quería introducirme todo lo que tenia y más, hasta que un grito final dejo al conde drácula exhausto.
    
    Saco su polla aun en erección y se quito el preservativo. Estaba sudado y toda la pintura se había corrido, cosa que le daba una imagen aun más siniestra. Yo estaba tumbado en el suelo boca abajo.
    
    _Fantástico!
    
    _Nunca creí que pudiera disfrutar así.
    
    Mientras vertió el semen del condón en mi espalda y con sus manos comenzó a expandirlo por mi espalda y nalgas.
    
    _ ¿Qué haces?
    
    _Así ya eres mío.
    
    Mientras sus manos llenas semen ...