Con Carmen - Relatos Eróticos

Con Carmen

Con Carmen

Luego de leer por este medio, muchas historias que contó Carmen, donde en todas habia un introito muy bueno con detalles, conocer nuevos sitios y situaciones únicas, de una aventura donde se podían leer pasajes interesantes; para luego caer indefectiblemente en el sexo mas repetido y burdo, donde la madre de un joven imberbe, descubre que es poseedor de un pene monstruosamente grande y bello, haciendo un panegírico detallado del mismo. Para luego desvirgarlo y hacerlo su amante permanente. Claro esta con sendos detallados relatos de como cogen y hasta que posturas y sensaciones nuevas recibe, con unas muy voluminosas eyaculaciones de niveo semen tan pastoso como un yogurt natural FIRME.

Cosas que solo se encuentran rara vez en toda una vida.

A pesar de ello y por el solo hecho de como iniciaba cada uno de sus relatos, la contacto y por medio de intercambios de mails nos hacemos amigas, dado que yo también escribo en el mismo sitio.

Al utilizar ambas nombres ficticios, no podríamos nunca enterarnos que nos conocíamos desde la juventud, habíamos sido compañeras en primer año de medicina.

Recién al citarnos, luego de mucho tiempo al vernos nos reconocimos, fue algo muy grato y nos fundimos en un abrazo muy fuerte ya que la cita había sido para iniciarnos en el arte del lesbianismo, bueno ella, pues yo ya lo practicaba desde niña.

Fuimos a almorzar a un resto cercano y luego a su casa, un coqueto departamento muy bien instalado, donde seguimos brindando por el feliz reencuentro y además porque ella, muy nerviosa deseaba estar un poco mareada para lo que luego haríamos.

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Al final Carmen, era Rosa y yo no era Susy, soy Maria.

Rosa es una joven de 26 años, mi misma edad, bastante mas gordita que yo. Vestía muy simple con un vestido de colores claros, que según ella la hacia mas delgada, pero de ningún modo disimulaba un par de tetas y un culo amplio, redondo y salido, que contrapesaba con una pequeña barriga que parecía un bombito de solo tres meses.

Su carita y sonrisa de gordibuena con un par de ojazos marrones y una amplia cabellera dorada a los hombros le daban a sus carnosos labios un atractivo especial.

Sentada en su cama, mirándome como implorando que tardase en iniciar nuestro amoroso encuentro, conmigo de pie enfrentándola hasta agacharme buscando sus labios para darnos el primer beso lésbico.

El contacto fue total su lengua ávida ya buscó la mia que le accedí con ganas y alli comenzamos ese grato intercambio de salivas y gustos de un inicio que nuestras vaginas recibieron con agrado pues comenzaron a babearse.

La empujo y cae de espaldas, yo me ubico sobre ella, y siento sus protuberancias sobre las mias, alli nos damos cuenta que las ropas eran una separación intolerable entre nuestros calientes cuerpos, y alli las manos de ambas torpemente iniciaron la desnudez necesaria para poder disfrutarnos totalmente.,

Conmigo fue fácil ya que debajo mi vestido solo tenia una ...