1. Venganza


    Fecha: 09/10/2019, Categorías: Incesto Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... partes interesadas el notario procedió a la lectura del testamento, en el cual tan solo nos dejaba unos sobres a nuestro nombre, uno para mi tía, otro para mi madre y un último para mí. Cada sobre contenía en su interior una nota. No sé que ponía en la de las dos fulanas, pero me quedé frito al leer la mía. Según ese papel apenas unos meses después de nuestro famoso encuentro se decidió a poner todas las propiedades a mi nombre, así como la fábrica, las cuentas corrientes y demás.
    
    Según ponía en la nota lo había hecho para que yo
    
    "pudiese seguir velando por el honor de mi madre y de mi tía, ya que al carecer ellas de ninguna fuente de ingresos o de propiedad alguna era fácil coaccionarlas"
    
    , añadiendo que lamentaba dejarme a mí esta responsabilidad, pero que era la única persona decente que quedaba en la familia, que era el único en que de verdad podía confiar. En verdad murió sin saber nada de lo que ocurría en la casa. No sé si esto fue legal, ya que actualmente según la ley al menos un tercio de la herencia es obligatoriamente para los hijos, pero las propiedades ahora estaban todas a mi nombre, así como el dinero y la empresa, y desde luego ellas no tenían dinero para recurrirlo con un abogado. He hablado con un abogado hace poco porque es un tema que me preocupa, y me ha tranquilizado explicándome que los plazos para recurrir el testamento caducaron hace ya mucho tiempo.
    
    Volviendo al momento anterior, cuando miré a mi madre y a su hermana estaban pálidas de horror. Les debía decir de todo menos bonitas. Se dieron cuenta de que las observaba y al ver la expresión de felicidad en mi rostro casi caen desmayadas.
    
    Al llegar a casa les mandé que recogieran sus cosas, ya que nos mudábamos los cuatro a la vivienda de mi abuelo. Una vez allí llamé a mi madre y a mi tía, y en presencia de mi sonriente prima les puse las cosas en su sitio:
    
    Creo que sabéis de sobra a quién pertenece ahora todo esto, hasta incluso la ropa que vestís. Quiero que me contestéis, ¿pensábais que no me estaba follando a la otra o sabíais que os jodía a ambas?
    
    Al ver la expresión de ambos rostros supe claramente que les acababa de soltar una bomba. Sandra simplemente dijo:
    
    ¡Y no sois las únicas a quien se ha tirado, perras!
    
    Sabiendo que tenía mi permiso bajó la cremallera de mis pantalones y sacó mi polla a través de la bragueta, se arrodilló y comenzó una suave mamada, delante de su madre y de la mía, las cuales no fueron capaces de articular palabra.
    
    Ahora las tres sabían cuál era la situación en realidad. Las obligué a preparar la habitación más grande de la casa tal y como yo les indiqué, juntando las dos camas de matrimonio de la casa (la de mi abuelo y la de la habitación de los invitados) en una sola. Después me encargué de fijarlas bien, para que no se separasen, ya que ahí íbamos a dormir los cuatro. Desde luego ése no fue el único cambio que se produjo en la casa. Prohibí el uso de ropa interior y cualquier tipo de ropa que no fuese de ...