1. Y a veces, difícil de complacer


    Fecha: 08/10/2019, Categorías: Gays Autor: Jhosua, Fuente: TodoRelatos

    Y a veces, difícil de complacer
    
    No suelo esconderme, aquellos que me conocen lo saben, suelo o solía, digamos para ser exacto que, suelo cumplir con mis ‘conocidos’, pues cuando quedo... cumplo. Otra cosa que me salga alguna cosa de fuerza mayor que lo impida, causa como trabajo o familia, pero si no se cumple hasta el final. Y me explico, cuando he dudado entre ‘suelo’ y ‘solía’, pues me refiero como aquella vez en que, me encontré con un individuo en los aparcamientos de la Torre de Triana. Hombre maduro mayor que tras una breve conversación, comienza a meterme mano ahí en medio, oculto solamente por la oscuridad de la tarde noche. Hombre que de buena a primera, tras meterme mano, le da por hacerme agachar y darme por comerle la polla, haciéndome levantar con prisas, girarme y tras bajar mis prendas, penetrarme hasta los cojones... uuummm!!.
    
    Y que, tras veinte minutos más que generosos por mi parte, donde esté hombre me embestía frenéticamente sin importarle lo más mínimo que tuviéramos ‘publico’... ooohhh!!. Acabo por sacarla sin decir ni pío, y darle por descargar sobre el mismo asfalto, sin llegar a preguntarme ni si deseo que me preñe, o que me la trague. Y darle por marcharse, sin palabra alguna de agradecimiento o que se yo, persona que como vino se fue. Y todo esto va, porque no hace tiempo, un compañero de trabajo, cuando volvíamos una instalación, cogió y me invito a tomar algo en casa de sus padres, casa que nos cogía de paso. Y que cuando baje del coche y entre en casa de estos, mi cara fue un poema como la suya, sobre todo al estar frente a frente, presentándonos mi compañero. Fue un mal trago para ambos al principio, pues disimulamos bastante bien, y que esté en un momento dado, recuerdo como le dio por preguntarme...
    
    Y responderle...
    
    Y aunque esté padre, por no decir personaje, no se cree que ha sido casualidades de la vida, pues durante un buen rato no deja de mirarme, dándole por preguntar...
    
    Y darle por responder su propio hijo, explicándole...
    
    Y aunque intente matizar aquello último, digamos que al final entre una cosa y la otra, finalmente se quedó zanjado, y por este motivo como otros, no suelo quedar con desconocidos que me citan a través de mis relatos, pues nunca se sabe si es familiar, o algún conocido de mis trabajos, o donde suelo ir. Aunque también es cierto que soy mucho de páginas de contactos, pero pienso que eso es otra cosa, pues hay nos intercambiamos fotos desde un primer momento. Y aunque si es verdad que, ese le dio por aprovechar el momento, dándole por magrear mis nalgas cuando estábamos solos, pues recuerdo que mando a su hijo a que le trajera algo, y le dio por meterme mano, dejándome por lo caliente como arriesgada que fue el momento. Y acabar por proponerme...
    
    Decirme, y aunque para mis adentros, no dejaba de mandarlo a la mierda, aun no comprendo porque aquella noche, volví donde nos vimos. Y que nada más vernos, y que, según él, me iba a arrepentir del mal rato pasado a su hijo, ...
«1234»