Familia Corrupción y Sexo 32 - Relatos Eróticos

Familia Corrupción y Sexo 32

... sabía cómo tratarla, se daba cuenta por sus gestos, muchos brutos seguro le cogieron enloquecidos, sin darle placer, sin llenar su cuerpito de éxtasis sexual que la volviera deseosa de aquel contacto carnal, eso cambiaria, así le haría un 69 algo difícil por su estatura, sin embargo comenzaría a probar su vulva acariciando con su lengua los pliegues de esa deliciosa niña, así le sacaba sus primeros gemidos, junto a unas cosquillitas deliciosas que pronto no le dejaron seguir chupándole, si hasta se terminaría corriendo súbitamente, lo que le avergonzaría, pues pensó que se había orinado.

Tranquila amor, yo te doy de mi leche y de ti recibo miel de amor, ahora vamos no he acabado – decía Dany sonrojando a la niña.

Luego finalmente empezaría a penetrarla, lentamente le daría ese gusto, midiendo hasta donde le llegaba su verga al entrar, siendo más de lo que esperaba, aunque al hacerlo lentamente, la nena se quedaría maravillada por sentir un ligero gozo que antes no conoció, y al ver su límite, empezó a embestirla, dejaba que se acostumbrara a su tamaño, aunque fue fácil, parecía que algunos tipos más dotados le habían perforado de forma insana, no le trataron bien, así comenzaría a darle sus gusto, quedando sobre ella, lento pero intensamente, dándole caricias con su verga al interior de su gruta, de tal manera que la niña comenzaría a sentir por primera vez del placer sexual, un toque coqueto que iba llenando su interior con un movimiento cariñoso, lento, así deliraba tras unos cuantos minutos sintiendo un hormigueo por todo el cuerpo, así volvería a besarla, viendo con gusto como sus lenguas jugaban con cierta complicidad, mientras sobaba su cuerpo que ardía de placer, pero en eso se detendría un poco, el chico tenía una idea que deseaba implementar, y sabiendo que era el despacho de su abuelo, pronto descubrió lo esperado, un aceite aromática que untaría en cada parte de Mónica. Con un pequeño masaje dejó la figura de la nena casi resplandeciente, aparte que el aroma le encantaba, rosas salvajes, así volvería a embestirla, pero ahora se sentaría, para tenerlas de frente, besándola directamente mientras sus piernas rodeaban su cintura, lo que le sorprendería, pues sentía como con sus manos aferradas a su culito, que era suavemente masajeado y en veces le sorprendió como un dedo travieso entraba, juguetón le daba cosquillas extras, haciéndola gemir de forma ahogada por los besos, pero se separaría para decirle.

Por favor señor cliente, apárteme más seguido, con usted si siento rico, es como un príncipe, me gusta mucho – decía con una voz melosa difícil de resistir.

Dany no se contendría, si eso era lo que más le gustaba, su éxtasis personal, sentía un dominio increíble cuando las niñas se rendían en sus brazos suplicando por sus atenciones, así que fue un poco más duro, haciendo que la niña gimiera con mayor fuerza, pero solo para que gozara el placer con más intensidad, rindiéndose a sus formas, si hasta se abrazaría a su cuerpo para ...