1. Familia Corrupción y Sexo 32


    Fecha: 07/10/2019, Categorías: Fantasías Eróticas Incesto Intercambios Autor: Lobo85, Fuente: SexoSinTabues30

    ... mientras notaba como la mujer veía un poco extra.
    
    La mujer acepto con cierta ansiedad, y mandaría un mensaje, en media hora llegaría un tipo, mismo al que golpeo la otra vez, y al ver a Dany pronto quiso atacarle, pero no pudo porque un cuchillo se le encajaría en la oreja, Wacho con buena puntería lo lanzaba desde la barra, dándole a entender que no podría hacer nada, por lo que Sandra se retiraría con el chofer muy nerviosa, diciéndole algunas cosas. Finalmente dejaron a la niña, quien se veía asustada, no parecía tener más de 10 años, iba con un bonito vestido como el de Alicia en el país de las maravillas con medias blancas, muy corto, si al caminar parecía que su calzoncito se vería, y Dany sabiendo lo que debía hacer la tomaría para ponerla en su regazo y le diría:
    
    Sé que te llamas Mónica, un bonito nombre, mira, lo haremos fácil, yo te haré sentir cosquillitas muy ricas, y tú no te asustaras – decía el chico sobándole la panza a la niña sacándole una risita.
    
    Está bien – decía la niña mientras Dany empezaba a besarla.
    
    Era un pequeño piquito, que la niña acepto sin problemas, si hasta le vería sorprendida por aquel acto tan sencillo, este la sujetaba con sumo cuidado, empezando acariciarle cariñosamente por su brazo, mientras su mano sobaba sus piernitas, al tiempo que le decía:
    
    Mira, sígueme, una nena linda como tu tiene que aprender a besar, porque le sobraran galanes cuando crezcas – decía Dany sorprendiendo a la niña nuevamente quien se dejaría besar, pero ahora le metía un poco la lengua en un juego inesperado, saboreando sus labios, lo que la hacía sorprenderse, sintiendo como el chico iba metiendo cada vez más en su interior, sobresaltándola, pero no le hacía sentir mal gracias a su ritmo lento y seductor.
    
    Al mismo tiempo sus manos iba acariciando el cuerpo de la nena, pero no sentía feo ese toque, así recordaba a otros clientes, se veían desesperados, llegaban para arrancarle la ropa de forma violenta, babeando como animales, asustándola, mientras encajaban sus caras en las medias, rompiéndolas con los dientes, para morder la tela de su calzón, todo por verle la vulva, lamerla para sacar sus jugos, mientras se excitaban con su cuerpo, pellizcando sus pezones con una actitud viciosa hasta dejarlos rojos, libres por la ropa rota, lo que le ponía triste pues le gustaba su disfraz, pero siempre terminaba rasgado. Recordó a viejos que apenas se les paraba, gordos sudorosos, y con suerte algún junior que deseaba un gusto ilegal, le abrían las piernas para ver su pubis, una gruta lampiña algo hinchada, mientras estos desnudos, solo chupaban su conchita hasta que esta sintiera extrañamente una sensación caliente, pero le era incomoda, siendo una parte del tormento, pues luego eran penetradas rápidas, viciosas, dolorosas, mientras los tipos decían:
    
    Si Alicia, te estoy dando zanahoria para que atrapes al conejo, mira como me tienes – decían de manera odiosa que le hacían llorar, cosa que en veces salía peor.
    
    Pues ...
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