1. Jefferson quiere un hermanito


    Fecha: 02/10/2019, Categorías: Gays Autor: precozgay, Fuente: SexoSinTabues30

    ... un mes para quitarle el mal carácter, y ahora el retraso de la regla, el mareo, la náusea. Por fin le iban a dar un hermanito a Jefferson que desde hacía casi un año se pasaba todo el tiempo diciéndole a su padre “papi quiero un hermanito, papi quiero un hermanito”.
    
    Haría cosa de un año el niño comenzó a decirles que quería un hermanito, a Mirta al principio le hizo gracia la inocencia del niño y le dijo, usando un consabido truco, que había que esperar a que la cigüeña lo trajera de París; el niño que estaba en esa edad en la que parece que nunca paran de preguntar el porqué de las cosas, quería saberlo todo acerca del dónde y el cómo de los mecanismos de la creación de la vida. Mirta terminó por sentirse saturada por la firme determinación del niño y en un intento de evadir esa explicación le dijo que eso se lo tenía que explicar su padre de hombre a hombre.
    
    Facundo, uno de esos hombres cuyo principal objetivo en la vida es disfrutar al máximo sin importar de donde provenga el placer, hacía ya bastante tiempo sufría por la inapetencia y desinterés de su mujer, que parecía no tener ya casi nunca ganas de coger; para colmo ahora el niño queriendo saber de esas cosas, el niño consentido de su mamá, que siempre fue delicadito, que Facundo ya se había encontrado varias veces jugando con los aretes de su madre y bailando como las cantantes
    
    A su manera intentó hacerle entender a su pequeño hijo aquello de que el papá pone una semillita en la barriga de la mamá, pero lo que para él como adulto era evidente, para el niño aún seguía siendo confuso: por donde entraba la semillita? como el papá la ponía dentro de la mamá? y si mamá no quería entonces cómo iba a tener un hermanito? Y así, de pregunta en pregunta, de porqués y de cómos, de repente a Facundo se le ocurrió la sorprendente e insólita idea de decirle a su pequeño e inquieto niño que jugaba con los zapatos de su madre y quería ser como las princesas de los dibujos animados, que a veces había niños que cuando miraban a los hombres se sentían como niñas por dentro, niños especiales, que a veces jugaban a ser las mamás, niños que cuando veían a los chicos jugando futbol o corriendo sin camiseta sentían como calorcito por dentro del cuerpo, y que esos niños podían aprender en secreto a hacer las cosas que las mamás hacían, y también les podían poner la semillita en la barriguita.
    
    -pero los niños no tienen vaginita papi, dijo Jefferson, confundido y triste al mismo tiempo
    
    -no la tienen por delante bebé, pero esos niños la tienen por detrás, una vaginita redondita y fruncidita, por el hoyito bebé…
    
    El niño sintió como si fuera a explotar por dentro, se sentía descubierto en su más profunda esencia, incluso sin él mismo entender totalmente qué significaba todo eso. De todo aquello hacía ya un año y tantas cosas había aprendido Jefferson en ese tiempo
    
    – Mi princesa bonita, mira como tienes todo encharcadito el chochito…quieres que papi te lo termine de rellenar mi amor? Quieres más ...