1. Perdidos (6): El noviecito de mami


    Fecha: 02/10/2019, Categorías: Incesto Autor: crisao, Fuente: CuentoRelatos

    ... cerró sus ojos y se entregó al placer que Jonás le provocaba con sus besos en su vagina.
    
    -Mi amor, ya está de noche y no me bañaste aún. Le recordó ella interrumpiendo la faena de su hijo.
    
    -Está bien. Dice el chico y la despoja de la bombacha para desnudarla completamente y luego ella hace lo propio con el calzoncillo de su hijo.
    
    Se disponían a entrar al agua, cuando ella se detuvo,
    
    -Mamá tiene que hacer algo primero. Dice ella y se queda parada justo cuando el agua llegaba a sus tobillos. Y segundos después descarga un largo meo sobre la dulce agua de aquel manantial.
    
    -¡Guauuu! Exclama su hijo viéndola mear.
    
    -¡Jajaja! Perdón, pero ya no daba más. Dice ella mientras meaba.
    
    La mira sonriente y la besa mientras ella terminaba su aliviador meo.
    
    Jonás se agacha y moja su mano para enjuagarle la vagina a su mamá, pero antes, no resiste la tentación de olerla y besarla tiernamente, y luego ella abre un poco más las piernas, y él con suavidad y ternura le enjuaga la peluda concha a su madre.
    
    -Gracias mi amor, que hijo más caballero tengo. Le dice ella al ver cómo Jonás había besado y enjuagado su concha tras mearse frente a él.
    
    -De nada. Responde el chico con ternura.
    
    El chico entonces la baña tal como lo había hecho la primera vez, y luego la ayuda a secarse, y ella en ese momento, le promete recompensarlo más tarde.
    
    Ambos van por caminos distintos al campamento para no llamar la atención. Pero esta llegada casi juntos y tan tarde, no pasó por desapercibida para Jonatán. Quien estallaba de la rabia pensando, que mientras él se tenía que conformar con caminatas, charlas y espiarla de vez en cuando, su hermano ya se la cogía a gusto y dormía todas las noches con ella siendo su machito consentido.
    
    Al llegar la hora de dormir, en su última ida a hacer pis, Judith, toma una pequeña bandejita plástica que solo ella usaba de pélela, para no tener que andar afuera a oscuras cómo los demás. Y en el trayecto, lo cruza a Tomás, que salía justamente de la cueva a la que ella se dirigía, y le alcanza a ver en la mano, que llevaba la bombacha negra que ella se había cambiado ese día luego de bañarse en el manantial.
    
    Cómo sintió tanto pudor al imaginarse porque su hijo salía de allí con su prenda íntima en la mano, justo antes de que ella entrara, no atinó a nada más que a hacerse la distraída y simuló no ver nada. Pero mientras estaba agachada meando hasta casi rebalsar aquella bandejita, esa imagen no se borraba de su mente, y pensaba que iba a hacer con tantos “admiradores” a su alrededor. Cómo manejar las pajas de Tomi con sus bombachas, las erecciones de Jonatán mirándola, el “amorío” que tenía con su hijo mayor y todavía estaba Ronaldo, que de un momento a otro tendría su despertar hormonal también. Y sin dejarse de lado ella misma, que por lo pronto ya había caído en tentación con su hijo mayor.
    
    Ella regresa a la carpa y se acuesta con Jonás, el chico la esperaba con una excitación en aumento. Pero la cabeza de su ...
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