1. Cambio en el portal


    Fecha: 30/03/2019, Categorías: Gays Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... Mientras me bebía la leche, con mis manos recogía la que descansaba en mi torso y me las llevaba a la boca para seguir bebiendo el delicioso néctar que imaginaba era de mi soñado Oscar.
    
    Una vez acabe de emborracharme con mi leche, me levante para ducharme. Mientras estaba en la ducha pensaba en lo que había hecho, nunca me había pasado nada parecido con ningún chico, y ahora, el chico que deseaba vivía en el piso pegado al mío, no sabia si eso seria algo bueno o malo, pues aunque creía estas seguro de haber visto debajo de los shorts de Oscar unas braguitas que podían delatar su inclinación sexual, bien es cierto que no estaba del todo seguro y mi sueño de estar con el podría convertirse en la mas terrible de las pesadillas sino tenia mucho cuidado, pero la visión de Oscar seguía martilleándome la mente incesantemente con lo que no pude evitar una nueva erección la cual dio paso a otra masturbación virulenta.
    
    Los pocos días transcurridos entre mi delirio erótico con Oscar y mi encuentro con él los dediqué a pensar mi estrategia respecto al sábado y a espiar a mi vecino. La sospecha de que Oscar usase ropa interior femenina fue incrementándose con el hecho de que en el, tendedero que tenia instalado en el interior de su terraza pude ver alguna prenda femenina tendida y las masculinas las tendía en el tendedero exterior, como si quisiera que nadie las viese. Alentado por este hecho, no dejaba de pensar el momento de mi nuevo encuentro con él.
    
    El sábado, al fin llegó, me levanté temprano bastante nervioso, me duche y salí a comprar, a la hora del almuerzo, llegue a casa y me cocine la comida con impaciencia y deseando que llegasen las tres, hora que había fijado para mi visita.
    
    Después de comer, me vestí, he de decir que a pesar de mis treinta y tres años aun me conservo bien pues hago deporte y tengo un cuerpo bastante musculazo y fibroso, así que opte por ponerme unos jeans superajustados y una camisa blanca que desabotonada los dos primeros botones, lucia mi torso moreno de una forma muy sexy. Me perfumé y me percate de que, debido a mis nervios, mis manos temblaban de una manera bastante evidente, así que decidí tomarme una copa rápida para calmarme un poco.
    
    Al fin estaba preparado, así que salí de mi casa y llame al timbre de la casa de Oscar, pero esa.... es otra historia. 
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