1. Una mujer insatisfecha


    Fecha: 28/09/2019, Categorías: Infidelidad Autor: Juanjo y Lucila, Fuente: CuentoRelatos

    ... encima de la falda mientras sigo besándole el cuello, ella está rendida, me toca el culo y me acerca con más fuerza a ella.
    
    La beso en la boca, en el cuello y acerco mi boca a su pecho, meto la mano por debajo de su falda y le toco el culo por debajo de sus bragas. Hago lo mismo por delante y toco su coño. Está ardiendo y mojada, no deja de jadear y empieza a desabrocharme el pantalón.
    
    Dejo que me desnude completamente mientras ella continua vestida.
    
    Yo tengo mis partes totalmente depiladas y ella me coge el pene y empieza a acariciarlo. No había visto nunca a un hombre depilado y le gustó.
    
    Yo empecé a desnudarla también, primero la camisa, después la falda.
    
    Me gusta ver a la mujer en ropa interior, me dice mucho de como es ella.
    
    Llevaba una lencería muy sexi, Se ve que la había comprado para la ocasión.
    
    Un cuerpo corriente, unas caderas anchas y unas buenas tetas, en conjunto muy deseable.
    
    Le quité el sujetador y las bragas y se quedó totalmente desnuda.
    
    Estaba temblando, nunca había estado desnuda delante de un hombre que no fuera su marido y estaba nerviosa.
    
    La puse de espaldas a mi y la abracé.
    
    Le tocaba los pechos, pasaba mi pene por la raja de su culo, acariciándolo mientras la besaba en el cuello, estaba ardiendo.
    
    Antes de continuar me dijo que se quería duchar, así que nos metimos los dos en la ducha.
    
    Nos enjabonamos y la acaricié todo su cuerpo. Jadeaba como una puta, estaba realmente excitada.
    
    Le pedí que me chupara el pene, ella no lo había hecho nunca y me preguntó como tenía que hacerlo, se lo dije y estuvo un ratito chupándomela.
    
    Una vez fuera de la ducha nos fuimos a la cama.
    
    Fui besando todo su cuerpo, su cuello, sus pechos y poco a poco fui bajando hasta llegar a su coño. Pase mi lengua por su clítoris y ella apretaba con fuerza sus piernas. Nunca se lo había hecho su marido.
    
    Se dejó hacer y jadeaba mientras se retorcía de placer. Se corrió y pase a penetrarle.
    
    Lo hicimos en varias posiciones y continué acariciando su clítoris con el dedo hasta que volvió a correrse.
    
    Una vez nos corrimos los 2 nos quedamos un rato en la cama abrazados.
    
    Me dijo que hacía muchos años que no sentía algo así, incluso nunca había gozado tanto.
    
    Le había hecho sentirse plenamente mujer.
    
    Tenía la cara llena de felicidad.
    
    Nos volvimos a duchar y allí volví a penetrarla otra vez, delante del espejo, por detrás. Nos veíamos follar, como se balanceaban sus tetas de un lado a otro a medida que yo iba dando empujones. Creo que Alicia nunca olvidará la escena, estaba viendo como la estaban follando y ponía cara de placer mientras se veía en el espejo.
    
    Una vez terminamos de ducharnos y vestirnos nos dimos un último beso de despedida y le dije que su marido no sabía lo que tenía en casa, una mujer sensual capaz de enloquecer a cualquier hombre
    
    Cuando nos despedimos me dijo que volvería a llamarme. 
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