1. La fiesta de fin de año en casa de mi jefe (parte 1)


    Fecha: 15/09/2024, Categorías: Intercambios Autor: Dayenorius1, Fuente: CuentoRelatos

    Para fin de año, mi jefe nos invitó a pasar la fiesta en su casa de fin de semana, donde conocimos a su hija Lorena y a Diego, su novio de 25 años, pelo castaño claro corto y ojos marrón claro, de expresión simpática, algo más de 1,75 de altura, cuerpo trabajado de gimnasio que resaltaba en su remera azul bien ceñida a sus bíceps y tórax, bermudas celestes ajustadas a su firme trasero y a sus muslos torneados y lampiños, piel tostada por el sol, rostro aniñado y barbilla con un ligero hoyuelo. Lorena es una hermosa morena de cuerpo espectacular, tetas, cintura y culo de fantasía, labios generosos y bien dibujados, pestañas de vértigo y mirada insinuante.
    
    Enseguida pegamos química con Diego porque compartíamos ideas políticas y futbolísticas, éramos hinchas del mismo club. Mi mujer me mordisqueó la oreja susurrándome:
    
    -¡Es un bombonazo!, así que buscamos ubicarnos cerca suyo en la mesa para la cena, quedando uno de cada lado de él.
    
    Su novia se mantuvo cerca de sus padres y abuelos, en el otro extremo. Dimos cuenta de la cena y aunque Diego no solía tomar alcohol, lo incitamos a disfrutar de un par de copas de vino blanco frutado bien helado, brindando varias veces con sendos besos en las mejillas, aunque mi mujer incursionaba más cerca de sus labios de lo aconsejable en una reunión familiar, además de tocarle los brazos y las piernas reiteradamente.
    
    Todo subía de tono, nosotros ya estábamos cachondos y él no paraba de mandarle besos en el aire a su novia a través de la mesa. Le dije al oído que Lorena estaba muy fuerte, con su top blanco que resaltaba sus pezones erectos a través de la tela, impropio de una fiesta familiar.
    
    -¡Está muy puta!, me susurró Diego, ya algo achispado y nos hizo reír a carcajadas.
    
    -Decí que es tu novia, si no, le tiraba los perros.
    
    -¿Delante de tu mujer? Luli no tiene drama, somos una pareja abierta.
    
    -¿Poliamor tal vez?
    
    -Poliamor a full, pero contándonos todo.
    
    -¿Todo se cuentan?
    
    -Sí, ya me dijo que está muy caliente con vos, por ejemplo.
    
    Diego casi se atraganta con el trago de vino que estaba tomando.
    
    ¡Tranquilo!, le dije. Brindemos por eso y le guiñé el ojo a mi mujer que aprovechó para besarlo por enésima vez y dejarle la mano sobre su muslo, demasiado cerca del bulto que ya se notaba duro.
    
    La charla había subido mucho de tono cuando le confié al oído que a mí también me excitaba mucho él, además de su novia.
    
    -¡No te creo!
    
    -¿Cómo no? Tenés un lomo bárbaro y sos muy lindo, cualquiera estaría caliente con vos.
    
    Lanzó una carcajada nerviosa y llegó la hora del brindis de año nuevo, en el cual nos besamos y abrazamos todos, aunque nos mostramos más efusivos con él y con su novia. Diego le dio un tremendo morreo a Lorena que lo miró sorprendida, y nosotros lo abrazamos y besamos con ganas.
    
    Hacía calor, los abuelos quisieron retirarse luego de comer el pan dulce y los padres de Lorena fueron a llevarlos a la casa y avisaron que no volverían porque estaban cansados ya del ...
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