EL DOCTOR HUGO VELÁZQUEZ Y SUS PRINCESAS. Cap. III - Relatos Eróticos

EL DOCTOR HUGO VELÁZQUEZ Y SUS PRINCESAS. Cap. III

... llegar se desnudaron y se metieron a la pileta para descansar, tendrían una media hora dentro cuando Paulette se acercó a su padre, le hecho los brazos al cuello y empezó a besarlo en la boca con sus piernas enrolladas en su cintura, sintió que su hija estaba muy excitada por el viaje, así que llevó su mano a la verga y la apuntó al coñito de su hija que al sentir la penetración se fue deslizando poco a poco hasta recibir sus 5 o 6 pulgadas que la hacían feliz. Después de un rato ella se movió para disfrutar más y así estuvieron por unos diez minutos hasta que las convulsiones del orgasmo la hicieron quedar desmadejada, relajada, cansada. Claudia estaba a la espera de que terminaran y cuando sucedió ocupó el lugar de su hermana llenando de besos a su padre, se sumergió para mamarle el pene por unos momentos y después se ensartó sola en la verga paterna, así estuvieron unos minutos hasta que ella se zafó y se volteó dándole la espalda, se acomodó la verga entre las nalguitas y se la ensartó en su culito mientras él la sostenía. Así estuvieron disfrutando la enculada acuática hasta que el no soportó más y descargó su semen en el ano filial provocándole a vez su propio orgasmo.

-papito, te amo, te quiero mucho.

-Yo también mi vida, las adoro y sin ustedes no vivo.

-siempre seré tu novia.

– si mi amor, siempre serán algo especial para mí.

Comieron y descansaron un rato y en la tarde salieron de la cabaña a caminar, se cruzaron con diversos grupos de personas y Hugo observo que se veían muy normales y se saludaban entre sí. Regresaron y cenaron tranquilamente y vieron televisión una hora hasta que llegó el momento de ir a la cama, entonces Hugo habló con sus hijas.

-Bueno, ahora probaran el sexo entre ustedes. Tú, Claudia, siéntate en la cama y recárgate en la cabecera, tu Paulette, colócate entre sus piernas, ábrelas y lleva tu lengua a su coñito, lame lentamente y trata de meter tu lengua lo que puedas.

Así lo hicieron, Paulette metió su lengua y guiada por su padre le acaricio el coñito a su hermana. Claudia se retorcía de placer y movía sus caderas al ritmo de los lengüetazos, sentía que se venía en la boca de su hermana, pero su padre las contuvo, se acercó a su veliz y saco algo que ellas no conocían. Era un pene de hule con cintas para ponerse alrededor de la cintura y entre las piernas, se lo puso a Paulette y enderezo a Claudia. Se colocó sentado apoyándose en la cabecera y atrajo a Claudia, la levantó de espaldas a él y la sentó sobre su verga dejándola deslizarse poco a poco hasta que entro la mitad de ella, después dio instrucciones a Paulette para que se colocara frente a ella y la penetrara con el consolador. Fue un gran momento para Claudia que sentía una infinidad de sensaciones, era la primera vez que era penetrada por su dos conductos sexuales y sentía que se desmayaba de tanto que gozaba, Paulette la besaba en la boca apasionadamente y ella le correspondía. Se vino completamente mientras Hugo evitaba su orgasmo ...