1. Derecho de pernada


    Fecha: 27/09/2019, Categorías: No Consentido Autor: Skyla anapiria, Fuente: TodoRelatos

    ... por primera vez tan cerca de mí y me sorprendió. Su piel lucia cuidada, su barba bien recortada. Evidentemente, disfrutaba de los mimos dignos de un caballero. Se acercó a examinarme como si fuera una mercancía y descubrí que se perfumaba como una mujer pero ese olor era tremendamente varonil y mi cuerpo se estremeció. Me dijo un día y una hora y desapareció dejando tras de sí su excitante aroma.
    
    Ese día acudí a su castillo y un lacayo me acompañó a una habitación donde había una enorme cama y un gran espejo delante. Me sentía avergonzada de mi atuendo. Afortunadamente, ya había tomado el baño prenupcial en el rio y me había puesto el vestido de repuesto. Apareció él vestido con una camisola de dormir. Evidentemente, le importaba mas bien poco mi opinión sobre su aspecto. No se anduvo con galanterías, esas las guardaba para sus damas pero me pidió que me desnudara, allí, de pie, delante de él, delante del espejo mas grande que había visto en m vida. Y así me vi desnuda por primera vez de cuerpo entero. Mis pechos y mi culo marcaban unas generosas curvas y me sentí poderosa. En el momento más humillante de mi vida sentí el poder de provocar lujuria en el señor que no quitaba ojo a cada centímetro de mi piel. Vestida era invisible pero desnuda era su centro de atención. Por un momento, se volvió gentil y me llevó de la mano hasta el lecho, mullido como nunca había visto. Una vez sentada, me abrió de piernas y para contemplar lo más profundo de mi intimidad se arrodilló. Volvía a tener al abusador a mis pies, literalmente, y al carecer de ropa que lo cubriera formalmente, esto provocó una extraña humedad en mi vulva que nada tenía que ver con la orina. Sus dedos rozaron mi vulva y un calambre nuevo recorrió mi cuerpo. Tensión incontrolada y agradable. Estremecedoramente agradable. Sus dedos juguetearon con ese punto donde se acumulaba la tensión y comencé a temblar. Unos gemidos salieron de mi boca como gato que ronronea a las caricias del amo. Sus dedos se introdujeron sin dificultad en mi interior, no había resistencia alguna de virginidad (cuento de viejas) .Tres dedos se introdujeron y me hicieron descubrir un nuevo punto de placer. Rápidamente, los sacó e hizo algo que nunca he podido sacar de mi mente. Su boca se acopló a mi fuente de placer para beber de ella y así provocarme espasmos encadenados. Yo gritaba, poseía por la tensión o por el diablo, ya no lo sé. El señor se quitó la camisola, olvidando el protocolo y vi su torso desnudo y su pene erecto justo antes de que me lo metiera en la boca. Sé que no es correcto pero me gustó lamer esa golosina fálica. Es algo que no he hecho nunca en mi matrimonio, ya que es pecado. Sentir como su miembro se endurecía más y más en mi boca….Cuando estuvo suficientemente dura, la sacó y entendí que había llegado el momento de la verdad cuando me tumbó hacía atrás y colocó mis piernas alrededor de su cintura. Él seguía de pie, no se acostaría como una plebeya como yo, cuando me hundió su pene en mi ...