La adopción de Nicolás (parte 2) - Relatos Eróticos

La adopción de Nicolás (parte 2)

Después de aquel beso en los labios Nicolás se me sube arriba de mi, dejando nuestros penes juntos y su cabeza justo encima de mi pecho, sentir su delicado y tibio cuerpo sobre mi, hizo que mi pene se calentara y se empezara a parar, mientras Nicolás jugaba con mi pezón yo sobaba su espalda llegando hasta sus prominentes nalguitas de niño, se las apretaba y separaba.

Yo: ¿Quieres repetir lo de anoche?.- le pregunte mientras levantaba su cara para verle sus hermosos ojos, mientras me decía que si moviendo la cabeza.

Dejándolo en la misma posición, lo levante un poco para poder besar su delicada boca, que ya estaba empezando a agarrar experiencia par dar unos ricos besos, empezó a mover su lengua dentro de mi boca, lo hacia mejor, pero le faltaba, por mi parte empecé a sobar la orilla de su ya no tan nuevo ano, sentía el semen seco de la noche anterior combinado con el lubricante, mi sorpresa fue cuando pude meter todo mi dedo índice dentro de él sin ningún problema, todavía se sentía húmedo y viscoso, lo que significaba que tenia un poco de mi semilla dentro de él, lo que me provoco una erección más dura.

Yo: hijo, pudieras mojar la paleta de papá, para seguir jugando?.- le pregunte mientras sobaba sus mejillas rojas por la excitación y la falta de aire por estarnos besando.

Nicolás: pero todavía no se hacerlo bien, y si te lastimo.

No le di importancia y empezó a bajar hasta llegar a mi verga parada, sentir como pasaba su lengua por mi glande era lo mejor, se lo metía a la boca, aunque me rozo con los dientes no le dije nada, lo movía dentro de su boca, lo sacaba, lamia todo el tronco hasta llevar a los huevos y se los metía a la boca uno por uno, era la mejor sensación, regresaba haciendo eso varias veces hasta que lo detuve porque estaba apunto de correrme.

Yo: ya hijo, así esta bien, casi haces que tire mi leche, ahora te toca a ti divertirte, siéntate sobre mi y ve bajando copo a poco.- le decía mientras agarraba mi pene para ponerlo recto como mástil de barco.

Nicolás: mmmmm si, se siente mejor que anoche.- me decía con una voz entre cortada, mientras se sentaba sobre mi pene.

Cuando llego a la mitad hizo una mueca, como diciendo que ya no le cabía más, así que lo agarre fuertemente de las caderas, y en movimiento lo baje de golpe, mientras yo subí mi cadera al mismo tiempo, haciendo que sus nalguitas chocaran con mi pelvis.

Nicolás: haaaaa, espera no tan brusco.- me decía mientras soltaba gemidos combinados con respiración entre cortada.

Yo; uffff, que rico se siente dentro de ti, ahora date de sentones, sin sacar mi pene de ti.- le dije mientras sobaba su pequeño pene, haciendo que su prepucio subiera y bajara, lo que provocaba que su interior se contrajera con cada sensación.

Nicolás empezó a cabalgar sobre mi, se movía de un lado a otro, de arriba abajo, dejaba mi glande solo adentro y se dejaba caer de golpe, sentir esos movimientos y lo estrecho de su interior, era el éxtasi, no podía contener mis ...