El conserje - Relatos Eróticos

El conserje

... el.

- Hola "topix". Soy Rick. Cómo estás?

- Hola Rick. Muy bien.

Me tendió la mano y se la apreté. Me dijo: "vamos".

Me puse a su lado y empezamos a andar. Caminamos muy poco, dos minutos y estábamos fuera de su edificio.

Abrió la puerta, dos señoras salían en ese momento, lo saludaron, las saludó y me regalaron una sonrisa cómplice (creo que sabían de los gustos de su conserje).

Entramos al edificio y a pesar de que el pasillo era lo suficientemente amplio, notaba que se pegaba a mi cuerpo, como tratando de meterme mano. En algún momento sentí que su mano rozaba mi culo, pero no me importó y al contrario, fui entrando en calor.

Cuando llegamos a su piso, me invitó a entrar y a sentarme en el sofá. El se sentó en el reposabrazos del mismo.

- Quieres algo de beber?

- No, gracias, estoy bien.

Comenzamos a hablar de su casa, de su trabajo, que tenía mucho tiempo libre. Y me dijo:

- No quedas mucho por manhunt, verdad?

- No, la verdad es que es la primera vez que quedo con un tío.

- Me lo imaginaba. No te preocupes, no haremos nada si no quieres, pero se te ve muy majo y me has gustado mucho.

Cuando me dijo esto, me alegré por dentro, porque soy un chico muy normal, y no creí que le podía gustar a otro hombre. Aún así, me gustó lo que me dijo y me empecé a poner algo cachondo. Y cuando me pongo cachondo, soy muy vicioso y muy coqueto.

- Así? Qué te ha gustado de mi?

- Pues eres muy mono, y tienes un culo hermoso.

De nuevo me sentí entre halagado y asombrado, porque no considero que tenga un buen culo. Es más, creo que es bastante normal. Algo ancho y con un poco de chicha, pero normal.

- Si? Es la primera vez que me dicen eso.

- Sí, lo tienes. Si quieres puedo demostrarte cuanto me gusta..

Se puso en pie muy rápido y se bajó el pantalón de chandal. No llevaba ropa interior y apareció ante mí una verga no muy larga, pero gruesa. Llevaba un anillo en la base del pene, que por lo que se, es para mantener la erección más tiempo. La puso delante de mi cara y me dijo:

- te gusta?

La tomé con una mano y empecé a analizarla, tal vez buscando alguna señal o motivo para no metermela a la boca.

En eso, de repente me toma de la cabeza y me hace mamársela. Empecé a chupar esa verga gruesa como me gusta a mi, primero metiendo lo que entre en mi boca, y luego lamer desde los huevos hasta la punta. Y luego tratar de meterla toda en la boca, aunque me den arcadas y ganas de potar.

Le gustaba como se lo hacía. El conserje se lo estaba pasando pipa.

Entonces me comienza a tocar la verga. Me manoseaba el culo. Comenzó a meter la mano debajo de mis pantalones cortos. Y me dijo:

- dame ese culito rico. te va a gustar como te voy a follar. te pondré un poquito de vaselina y no vas a querer que te la saque nunca.

Me calentó más de lo que estaba, pero soy un vicioso de las pollas. Me gustan más que los chochitos. Y como había pasado mucho tiempo sin probar ninguna, no querìa sacármela de la ...