La vida 7 - Relatos Eróticos

La vida 7

... sensual conjunto de lencería negra. Sobre la cama había un hermoso vestido azul oscuro con detalles más claros y brillantes. Pero lo mejor que había en esa habitación era el perfume que emanaba de ella, era el aroma de los ángeles

- Puta madre menos mal que te vi antes de cambiarme jaja – dije

- Ponete lindo eh.. – me dijo – a donde me vas a llevar?

- Encontré un muy buen lugar, pero es un poco retirado

- Nunca fuiste?

- No. es la primera vez que llevo a una mujer a comer

- Cállate en serio?

- Si

- Y yo que me producí tanto

- Está bien que lo hayas hecho, que sea la primera vez no quiere decir que sea improvisada

- Jaja si, ya se amor

- Te estas volviendo buena en eso de las bromas

Cuando llegamos al restaurante eran cerca de las 22 hs. Sofía estaba esplendida con ese vestido ya mencionado que le quedaba ajustado arriba y suelto en las pierna y que llegaba un poco por encima de las rodillas, complementado con un simple pero hermoso peinado, unos tacos infernales y algunos accesorios de joyería. Yo por mi parte viendo el look de mi acompañante opte por un blazer y camisa oscuros con un jean también oscuro de modo que hacia el look bastante formal sin llegar a ser demasiado.

- Me gusta esto – dijo Sofía refiriéndose a la situación una vez acomodados en nuestra mesa

- Es lindo – respondí – para ocasiones como estas es que se necesita un auto

- Menos mal que yo tengo

- Si pero es muy de mujer, me dio vergüenza venir manejándolo

- Ya es hora de que largues la moto y madures

- Jamás largaría mi moto, algún día me voy a largar a hacer la ruta 40

- Estás loco?

- Me gustaría que lo hiciéramos juntos

- Si, estás loco jaja

- Pensalo 5 mil kilómetros de pura aventura no es mala idea

- Sabés cómo me quedaría el culo?

- Bueno te lo puedo ejercitar antes jaja

- Lo voy a pensar. Por ahora, toma tu sorpresa – me dio el control remoto del vibrador

- No te atreviste?

- Por supuesto que si querido

Le di un pequeño toque que ella recibió con una pequeña sonrisa. Fue muy excitante cuando el mesero nos tomó la orden. Yo le daba zumbidos de distintas intensidades mientras ella pedía su comida y la hacía perder la concentración en lo que le decía al mozo. Hasta que le di uno de mucha intensidad, tal es así que se llegó a escuchar vibrar. Sofía abrió los ojos grandes de sorpresa y me miro hasta que yo le afloje la intensidad. El chico no supo de donde vino ese sonido así que se fue con nuestro pedido y al rato volvió con un vino

- Me gusta el lugar – dijo Sofía – no había venido antes

- Soles salir mucho a estos lugares?

- Si... bueno no importa

- Con Rodrigo?

- Si

- Ya somos grande fi, no me molesta que hayas tenido una vida yo también la tengo

- Si pero igual de él no voy a hablar

- Que así sea entonces, y como esta esa tanguita? Aguanta o no? – pregunte para cambiar de tema

- Uff no por mucho, casi me caigo de la silla con ese último zumbido

- Si, perdón, ...