1. Cogí con mi hermano menor


    Fecha: 10/09/2024, Categorías: Confesiones Autor: tranquilita, Fuente: RelatosEróticos

    ... entraba hasta que me la metió toda y muy lentamente me la empezó a meter y a sacar, sentía riquísimo y mi cuerpo empezaba a sudar tanto como el de él.
    
    Así estuvimos por un rato, hasta que me dijo no estuviera tan rígida, que ya no me iba a doler, estaba tan caliente, que empecé a mover la cadera a su ritmo, mientras el me la metía y me la sacaba, sentía ganas de decirle cosas obscenas, pero se me hacía vulgar decírselas a mi hermano.
    
    Así que continuamos cogiendo, yo le entregaba mi vagina virgen y el me daba la satisfacción de sentir la verga de un hombre dentro de mi cuerpo, los dos ya sudábamos a mas no poder.
    
    De repente me dijo, ya me voy a venir, así que te la sacare, le pedí que no parara y que terminara dentro de mí, pero que por favor no parara, estas segura me pregunto, yo le conteste que sí.
    
    En ningún momento paro, cuando me dijo, me vengo, su movimiento de meter y sacar fue más fuertes, gimió y empecé a sentir su semen dentro de mi vagina, me mantuvo la verga hasta dentro por varios segundos hasta que termino.
    
    Poco después me la saco y se recostó junto a mí y me dijo, no me la vas a mamar, le dije que no, porque estaba sucia, me respondió que a casi todas con las que ha estado les justa mamarla después de que se las había cogido.
    
    Así que le tome la verga aun húmeda por fluidos míos y de él, poco a poco me acerque, primero se la olí y casi de inmediato me la metí en la boca, después de algunas chupadas, me fue gustando el sabor y se la volví a mamar con toda confianza, pero ahora le daba varias lamidas que le llegaban hasta sus huevos peludos que deseaba dejar bien limpios, sabía que eso les gusta a los hombres.
    
    Se la deje y me puse de pie y vi que los fluidos que me salieron mientras mi hermano me cogía, escurrieron en la cama y que tenían un poco de sangre, mi hermano los vio y me dijo pues sí que eras virgen, nos reímos y le dije, sí que lo fui.
    
    Los dos nos volvimos a poner la pijama, fui por un trapo y limpie la colcha para que mi mama no se diera cuenta de lo que habíamos hecho.
    
    Cuando termine de limpiar su cama, me retire, pero no sin antes darle las gracias a mi hermano por haberme enseñado a coger y pedirle que nadie nunca se enteraría de esto, además lo hice prometer que jamás lo volviéramos a hacer.
    
    Seguimos platicando por las noches en su cuarto o en el mío, pero ya no hablamos de sexo y no hemos vuelto a coger, ni tocamos el tema. 
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