1. Escapada a la montaña con mi madre (VI)


    Fecha: 10/09/2024, Categorías: Incesto Autor: Edipo14_, Fuente: CuentoRelatos

    ... más sentir algo que no fueran los dedos? Algo como una polla...
    
    -Dios hijo bien sabes que sí... Mmmm... Pero eso sí que es una linea que no podemos cruzar...
    
    -Tranquila no me refiero a la mía, me refiero a... -en ese momento saqué el dildo de debajo de la tumbona-.
    
    -¿De dónde has...? -dijo ella incorporándose exaltada-. Joder pensaba que lo había escondid...
    
    -Shhhh... -dije sin dejarla terminar-.
    
    Paré la explicación poniéndole la mano en la boca y recostándola de nuevo, mientras con la otra mano comencé a acercarle muy suavemente el gordo pene de goma hacia su encharcado coño. Su mirada era todo un poema, sus ojos desprendían cierto temor por lo que se venía, pero también un gran morbo y vicio. Empecé a pasárselo por la raja de arriba a abajo, muy lentamente para que esta se fuera abriendo. Sus ojos empezaron a ponerse prácticamente en blanco y su respiración comenzó a acelerarse. Después de unas cuantas pasadas introduje la punta con mucha delicadeza, y poco a poco fui metiendo cada centímetro hasta dilatar y lubricar bien el interior de su coño, dejando así el dildo casi metido del todo. Mi madre ya empezaba a retorcerse del gusto, y comenzaba a gemir tímidamente. Tras esto yo empecé a sacar lentamente el pene hasta dejarlo prácticamente fuera, para seguidamente meterlo de golpe sin avisar.
    
    Esto hizo que mi madre soltara un grito de placer el cual se debió oír desde todos lados. De este manera comencé a follar a mi madre a un buen ritmo con ese pene de plástico, no muy rápido pero si de una manera constante. Ella comenzó a gemir ya sin cortarse, mientras se intentaba pellizcar los pezones agarrándose las tetas, las cuales estaban totalmente descontroladas rebotando en todas las direcciones. Los sonidos que se podían oír en ese momento eran como música para mis oídos, mi madre con la boca tapada gimiendo y gritando tanto como podía mientras sus tetas botaban chocando contra su cuerpo y su encharcado coño sonaba bien húmedo y jugoso con cada embestida que recibía. Yo por mi parte, que estaba arrodillado a un lado cerca de su cara, no pude más y decidí bajarme el bañador, quitándole la mano de la boca a mi madre y dejando mi polla a punto de reventar a su disposición. Ella no dudó ni un segundo en llevársela a la boca y empezar a mamar con más ganas que nunca, mientras con la otra mano seguía amasándose las tetas.
    
    -Mmmm... ¿Has visto? Dos pollas para ti solita.
    
    -Gghhhh -se sacaba mi pene de la boca-. Dios cielo que polla más rica tienes... Me encanta cómo me foll...
    
    -Mmm... Vamos mamá dilo, ¿te gusta cómo te folla tu hijito?
    
    -Mmmm... Sí... Me encanta cómo me estás... follando... Ufff sigue por dios, no parees... ¡Aaahhh! -aunque fuera sólo con un pene de goma se notaba que se había quitado un peso de encima diciéndolo, y que eso hacía que gozara más que nunca-.
    
    Yo me abalanzaba por momentos a comerle los pechos, mordiendo suavemente sus duros y grandes pezones, dejándole varios chupetones por todo el tetamen y ...
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