1. Escapada a la montaña con mi madre (VI)


    Fecha: 10/09/2024, Categorías: Incesto Autor: Edipo14_, Fuente: CuentoRelatos

    ... tranquilamente a desayunar con una sonrisa de oreja a oreja, dejándola así al borde del orgasmo, tal y cómo ella había hecho conmigo.
    
    -¿Estás de coña? ¿En serio me vas a dejar así?
    
    -Bueno es que vi que era tarde, y me apetecía desayunar -dije bien sonriente-.
    
    -Menudo cabrón estás hecho jajaja -decía mientras se bajaba de la encimera-. Bueno pues ahora que me has dejado así tendré que acabar por mi misma.
    
    -Me parece muy buena idea mamá, pero no tardes mucho en el baño que luego tengo que entrar yo.
    
    -No tranquilo, es que hoy me apetece variar un poco -decía mientras cogía una silla y se sentaba justo a mi lado, apuntando hacia mí-.
    
    En ese momento se quitó el bikini por completo y se sentó recostada y con las piernas apoyadas en la mesa donde yo desayunaba tranquilamente. Acto seguido comenzó a masturbarse sin cortarse un pelo, gimiendo cómo si la estuvieran follando y gritando sin vergüenza alguna. Yo estaba alucinado, mi madre había pasado de ser una mujer cortada y reservada a masturbarse sin pudor alguno en la cara de su hijo con total normalidad. Aquella escena la verdad es que me puso a cien. En algún momento pensé incluso en abalanzarme sobre ella para ser yo mismo el que le provocara el inminente orgasmo, pero sabía perfectamente que eso era lo que ella quería, por lo que reprimí mis instintos. Y no sólo eso, sino que respondí, ya que decidí hacer lo mismo que ella. Y así fue, me bajé el calzoncillo, acomodé mi silla y comencé a hacerme una lenta y lubricada paja manteniendo en todo momento el contacto visual.
    
    Obviamente quería tentarme con sus armas, pero yo sabía perfectamente que en este punto ella se moría por mí tanto como yo por ella, y sus miradas no mentían. Comenzó a intercalar miradas entre mis ojos y mi polla mientras se mordía el labio, señal de que tenía unas ganas tremendas de saltar a mamarla. Y así estuvimos un buen rato, con cada uno de nosotros deseoso de comerse al otro, pero conteniéndonos para no perder aquel pervertido juego que habíamos comenzado.
    
    No pasó mucho tiempo y mi madre comenzó a gemir y gritar de una manera mucho más notable, retorciéndose en leves espasmos mientras se palmeaba el coño con toda su corrida chorreándole. Esto hizo que instantáneamente yo me eyaculara sin previo aviso, con unos cinco chorros saliendo directamente hacia mi madre, chorros los cuales ella recogía con los dedos para después llevarse a la boca.
    
    -Mmmm... Parece que hemos empatado, ¿no? Jajaja -decía ella mientras se relamía los dedos-.
    
    -Jajaja pues eso creo mamá. Eso sí, he estado a punto de lanzarme a comerte enterita más de una vez, no sabes lo que me ha costado contenerme.
    
    -Dios hijo la verdad es que yo también he tenido que hacer un esfuerzo. Sé que esto que estamos haciendo está fatal, y que deberíamos parar, pero no sé por qué ando cachonda perdida todo el día -se notaba que mi madre estaba desatando toda la sexualidad reprimida de años y años-.
    
    -Bueno mamá ya sabes que esto queda entre ...
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