Las amiguitas de mi hija III - Relatos Eróticos

Las amiguitas de mi hija III

Las amiguitas de mi hija III

La tarde transcurría normal, mi hija y Natu jugaban en la habitación mi esposa regreso del trabajo y nosotros tomando mates como de costumbre cuando me comienza a contar lo que había pasado con la amiguita de mi hija y su primo y amigos. Me contaba con lujo de detalles todas las cosas que le hicieron y yo con cara de sorpresa decía que tenían que castigarlos por abusar de una menor sin siquiera mi esposa sospechar que era yo también participe de esos abusos anteriormente al primo.

Llegada la noche nos aprontamos a cenar preparándole un trago a mi esposa que le encanta colocándole una pastilla para dormir así podía aprovechar la noche con Natu, ni bien terminamos de cenar enviamos a las nenas a dormir y nos fuimos nosotros también, apenas tocamos la cama mi esposa cayó dormida como un tronco, yo espere un tiempo para ver si las nenas se dormían mire a vi que estaban completamente dormidas, mi hija tiene el sueño bastante pesado entre la moví para contactar que estaba profundamente dormida y era así, me acerqué a Natu y ella también estaba dormida, como ya estábamos en época que empezaba hacer calor las niñas estaban ligeras de ropa, le puse una manta a mi hija y también a su amiga con la salvedad que antes le baje el pijama y la bombachita quedando totalmente desnuda bajo la manta, aproveche para abrirle las piernas y oler todo su sexo, ese olor juvenil de la vagina con mezcla de orines me volvió loco, fui hasta mi habitación para ver si mi esposa dormía y si profundamente regresando a la otra habitación para comenzar la noche.

Empece a besar y jugar con mi lengua la vagina y colita de Natu, a medida que metía la lengua en su vagina notaba que la nena lo disfrutaba, seguí así hasta que note la mano de ella apretando mi cabeza y no dejarme salir de su vagina, ella estaba excitadísima y yo también, así como estaba me para y saqué mi pene del calzoncillo y se lo acerqué a la boa de la niñá, ella lo agarro con sus dos manos y me empezó a dar beso en la punta del pene sin que yo le diga nada, sabía lo que tenía que hacer, jugaba con su lengua por el largo de todo mi pene hasta que lo empezó a poner en su boca, lo tragaba casi todo, así estuvo hasta que le largue unos cuantos chorros de leche en su boca, varios chorros fueron a dar a su garganta, ella chupando fuerte mi pene comenzó a tragarse toda mi leche siguió hasta que lo dejo limpio, me lo siguió chupando hasta lograr que vuelva a tomar fuerza y me dijo que quería que por favor se la meta en la vagina, yo me subí sobre ella abriéndole las piernas agarrando mi pene para comenzar a jugar en la entrada de su vagina, cada vez que se lo pasaba por la entrada ella arqueaba el cuerpo como pidiendo que la penetrara, así estuve unos minutos hasta que por fín se la metí casi de un golpe, ella no lo esperaba y emitió un grito que acalle tapándole la boca, una vez que se acostumbro nuevamente a mi pene se empezó a mover, nos movíamos al compas y como yo había acabado ...