Mí secreto que mí madre nunca lo pude saber, ni nadie 13 - Relatos Eróticos

Mí secreto que mí madre nunca lo pude saber, ni nadie 13

... culitos y para mí solo ummmm «!. Como desesperados nos juntamos los tres y nos besabamos muy rico, mientras cada uno nos despojabamos de nuestras ropas y muy pronto ya estábamos completamente desnudos, donde mí verga estaba ya en su máximo tamaño y grosor y a la vez mi anito palpitaba sin cesar, y que decir de la vestialidad roja que nos acaparaba nuestras miradas de espanto he inexplicable gusto de saborear nuevamente tan exquisita y descomunal vergota gruesa y venosa. Carlitos no pudo más con su arrechura y se lanzó hacia la verga del instructor y cómo ambriento de no probar alimentos en mucho tiempo, lo mamaba y lo chupaba, pasando su lenguita por toda su verga y testiculos llenos de bellos rojos. Yo aun colgado del cuello de mi instructor, lo besaba frenéticamente pasando mís manos por todo ése escultural cuerpo bien trabajado y belludo, y a la vez él encorbandoce me amasaba mis blanquitas nalgitas y jugaba con su dedo cordial en mi jugoso anito que no paraba de latir y palpitar de extasis y placer., después de un rato de lo que estábamos haciendo, nos separamos y nos fuimos a su oficina donde avía una mesa y un sillón grande, donde lo tendimos a Carlitos en el filo de la mesa boca arriba con sus piernas separadas y yo me puse parado frente a él y me agaché para darle un rico sexo oral por todo su tierno anito y embullir su diminuta vergita que apenas se notaba y sus pequeñitos testiculos que más parecían una pequeña mollejita, mientras que Carlitos gemia por mis lamidas en su dulce anito mí instructor se apoderó de mí trasero con sus manos y me las abria para darme también nuas exquisitas lamidas y punteadas con su lengua y luego se enderezó y con una mano me tomo de mi caderita y con la otra mano tomó su vestialidad y me lo dirigió a mi entradita que ya estaba totalmente dilatado y hoooooo por Dios ummmm haaaaaaa que ricoooooooo me lo ensarto su enorme cabeza y después de otro empujon me la terminó por clavarme entera hasta lo más profundo de mi interior, que sentía como se copaba totalmente ensanchando mis pliegues de mi esfinter y mis entrañas, y hayyyy hoooooo que ricoooooooo ya me embestia violentamente haciendome gritar chillar y gemir de dolor dulce y sabroso placer. En cada embestida me hacía ver nublado y ver estrellitas de colores y quedar mudo y abrir la boca para decir incoherencias como hayyyy papi hayyy que ricoooooooo uyyyyyy me estás partiendo el alma papi ummmm haaaaaaa que ricoooooooo dame más hayyyy que ricoooooooo me destrozas. Carlitos me veía la carita de puta arrecha que yo ponía y comenzó a decir: ¡»ummmm Javiercito que putita eres ummmm quiero quiero quiero quiero también una verga en mi culito hoooooo porfavor «!. Traté de enderezarme un poco y coloque mi verga en su entradita y de un sólo empujon me lo clavé hasta el fondo y ahí comenzó las embestidas acompasadas tanto las mías como las de mi instructor que no paraba de darme duro y eso hacia que mis clavadas también sean muy duras y frenéticas, y comenzamos a ...