1. Se descubre una nueva ilusión 3


    Fecha: 08/09/2024, Categorías: Dominación / BDSM Autor: piesitos, Fuente: TodoRelatos

    ... dureza. –Bueno no me esperaba que respondieras así, Tania. –dijo Angela. –Lo hice para que cuando te vieran en clase supieran toda la verdad de tu situación. –dijo Angela. –Si, era una buena intención, pero me has hundido frente a toda la clase, porque era nuestro juego, no para decírselo a todo el mundo. –De hecho, mi madre casi me pilla. –dijo Tania. –Y si lo hace me quita la tarjeta, me cancela los estudios y me retorna al pueblo. –dijo Tania. –Y mi padre me mata a palos. –dijo Tania. –Pero, además, en esa clase hay una amiga del pueblo. –Entiendo, Tania. –dijo Angela, sentándose en la silla mientras cruzaba sus pies sucios delante de Tania, moviendo los dedos. –¡Vale, te daré tu libertad el lunes! –dijo Angela. Pero el fin de semana seguirás siendo mi esclava. –dijo Ama Angela. –¡Ponte de rodillas, y me besas los pies, pidiéndome perdón por tu falta de respeto al hablarme, esclava! dejó de follarla, le metió el consolador, y el vibrador dejándoselo ambos dentro. –Si mi Ama Angela. Tania se arrodilló, se acercó a cuatro patas para besarla los pies, diciéndola. –¡Perdón mi Ama Angela, por ser maleducada con usted! –¡No lo volveré hacer, mi Ama Angela! –Así me gusta, esclava. –dijo Ama Angela. –¡Ve a la habitación y tráeme el latido junto con las esposas! –ordenó Ama Angela. –Si mi Ama Angela, como me ordene. Cuando regreso se los dejó en sus manos como una perra. –lame y chupa mis pies, esclava. –dijo Ama Angela. –Que sabes que son una delicia y un placer para ti, esclava. –dijo Ama Angela. –Si mi Ama Angela. –dijo Tania, que empezó a lamer los pies. Tania comenzó lamiendo las plantas de los pies limpiándolos de toda la suciedad que tenían mientras Angela sentía placer con la lengua de Tania. –Sabes, una cosa eslava, que lames muy bien. –dijo Ama Angela. Siguió con los dedos, por los empeines, lamiendo entre sus dedos y lamiendo sus uñas, dejándola los pies limpísimos. –Sabes me los has dejado limpísimos. –dijo Ama Angela, felicitando a su esclava. –¡Puedes hablarme, esclava! –ordenó Ama Angela. –Si mi Ama Angela. –dijo Tania. –¡Muchas gracias por su felicitación mi Ama Angela! –volviendo a mirarla a los pies para besárselos para quedarse esperando en silencio. –Ve al centro del salón, esclava. –ordenó Ama Angela. –Si mi Ama Angela. –dijo Tania. Una vez allí, le dijo que se pusiera de pie y de espaldas, qué al estar tantas horas de rodillas, le parecía hasta raro caminar con dos pies. Entonces, Angela fue a la cocina cogiendo el palo de la escopa lo partió por la mitad. Angela volvió al salón mientras que Tania miraba al suelo como le había ordenado. –Pon las manos en la nuca, y separa las piernas un poco más, esclava. –ordenó Ama Angela. –Si mi Ama Angela. –dijo Tania. Fue cuando Angela la esposó los tobillos de las piernas pegando el palo en ellos con una cinta aislante y le puso el palo detrás de la cabeza esposándola las muñecas y metiendo el palo. De forma, que la dejó bien sujeta esperando su castigo. Tania sabía que Angela se las gastaba ...