Las fantasías de un hijo con su madre XXVI - Relatos Eróticos

Las fantasías de un hijo con su madre XXVI

... sola de una estocada su coño.

Raquel movía su culo de atrás hacia delante, enterrándose la verga de Manuel entera para volvérsela a sacar e incrustar entera mientras él le agarraba las caderas. Manuel comenzó a acompañar los movimientos de Raquel. Manuel aumentó la intensidad con la que Raquel se follaba el coño mediante los azotes y los pellizcos, se dio cuenta de que cuanto mayor era la fuerza que empleaba en torturarla, mayor era la velocidad y la intensidad con la que ella se clavaba su verga. Raquel aguantaba como podía los orgasmos y Manuel se dio cuenta, por eso, tras unos minutos de intensa follada, le dio permiso para correrse.

Raquel: ¡Oh sí, amor, no pares, sí, me encanta, sí, sí, no aguanto más! – gimió.

Manuel: ¡Córrete para tu dueño, puta! – le pidió azotándola.

Raquel: ¡Sí, sí, sí, sí, me corro amor, me corro, no pares, sí, me encanta! – berreó loca de placer.

Manuel, sin dejar de follarla el coño de manera tan brutal, llevó su mano a su ojete y comenzó a pasarle los dedos, uno a uno, por él de forma circular, pero sin llegar a metérselos. Raquel gimoteaba esperando que se lo metiera, pero en vistas de que él no hacía ningún intento por meterle ni un solo dedo en su culo, ella, aprovechando que colocó su dedo gordo en su entrada, ella solita de un movimiento de caderas se lo metió pidiéndole más a su hijo. Manuel, al oír a su madura madre pedir más, empezó a follarle el culo con su dedo mientras le escupía en el ojete y no dejaba de follarla el coño. Al principio, Manuel la folla con el dedo gordo, pero cuando pasaron unos minutos y notando cómo Raquel se excitaba más, le pedía más, le empezó a meter varios dedos en su ojete, ensanchándolo más. Cuando estuvo listo, sacó su falo del coño y la colocó en la entrada de su ojete.

Manuel: Espero que estés lista para esto, puta – dijo ensartando su verga de una estocada lenta en el fondo de su culo.

Raquel: ¡Oh sí, mi amor! ¡Rómpeme el culo, sí, no pares, me encanta, sí, dame más, más, sí! – gimió.

Manuel: ¡Oh sí, que culito tan estrecho tienes, perra! – gimió azotándola.

Raquel: ¡Es tuyo, toda yo soy tuya, sí, me encanta, fóllamelo, sí! – gemía.

Manuel: ¡Eres muy puta, sí, me encanta eso! ¡Cómo me encantas tú, sí, toma polla por el culo, sí! - gemía.

Raquel: ¡Oh sí, amor, me encanta cómo me follas, sí, no pares, dame más, más! ¡Me corro, Manuel, me corro, sí, no pares! – gimió - ¡Manuel!

Raquel se corría brutalmente mientras Manuel la follaba por el culo. Manuel comenzó a follarla más salvajemente mientras la azotaba fuertemente y le pellizcaba sus pezones. Raquel le encantaba el trato que le daba su adorado hijo, le pedía más, mucho más. Luego de unos minutos Manuel la agarró de las manos y se las colocó en la espalda, pegadas, tirando de ella, haciéndola doblarse y que la verga le llegará aún más profunda. Raquel gritaba de inmenso placer. Manuel siguió follándole el culo con violencia durante unos minutos muy intensos en los que Raquel se corrió ...