1. El viejo del parque.


    Fecha: 07/09/2024, Categorías: Gays Autor: Danisampedro91, Fuente: SexoSinTabues30

    ... azabache y muy brillante. Para que os hagáis una idea, yo nunca necesité ponerme protección alguna para la piel, nunca me quemé ni llegué a pelar como muchos de mis amigos. También es cierto que no suelo quedarme al sol tumbado, suelo o estar dentro del agua, o moviéndome por la arena y procurando escapar del sol.
    
    Bueno pues como iba contando, aquel año yo iba a ayudar a dicha cafetería, Atalaya se llamaba y sigue llamando. Dicha cafetería estaba y sigue estando en medio de los jardines de Méndez Núñez, jardines que son como un pequeño parque, parque que está en el mismo centro de la ciudad, La Coruña. En esta zona del parque el cual llamamos Méndez Núñez, hay un pequeño edificio municipal, de aquellas en ese edificio estaba la biblioteca juvenil, al cual se entra por el costado derecho, por el costado izquierdo hay unas escaleras que llevan a la atalaya del edificio y que es donde se encuentra dicha cafetería, la cual se llama Atalaya. En el bajo y separando ambas escaleras que dan una a la biblioteca juvenil y la otra a la cafetería en cuestión, de aquellas había una churrería, churrería que era de la misma dueña que la cafetería, hoy es un servicio más de la cafetería, que hay en la azotea o atalaya del edificio.
    
    Allí era a donde iba todos los días a ayudar, incluso tengo ido algún sábado y domingo. Pues aquel día
    
    La dueña, una muy conocida persona en la ciudad, la cual regentaba esa cafetería, a eso de las 5 de la tarde más o menos, me dijo que bajara con el perro, perro que era un pastor alemán, el cual había sido entrenado para perro policía, y que fuese tras él, mientras el perro hacía sus cositas y se movía un poco por el parque. A la sola orden de la dueña, el perro que estaba en una esquina de la cafetería se levantó y delante mía empezó a bajar las escaleras. Iba bajando las escaleras e iba esperando a que yo lo siguiese, era como si en lugar de ir yo con el perro, fuese él conmigo.
    
    Por supuesto que de aquellas el perro no llevaba bozal ni iba atado por correa alguna, iba completamente suelto. Nada más bajar, empezó a meterse por las zonas de césped y a olisquear en todos los árboles que encontraba a su paso. Iba dejando su marca en todos ellos. Luego de andar olisqueando un buen rato, se puso a hacer sus necesidades allí en medio del césped. Estábamos justo al lado de los aseos públicos, cosa que, al verlos, me entraron ganas de orinar a mí, así que mientras el perro estaba haciendo sus cositas, a mi se me ocurrió entrar en los aseos públicos a orinar.
    
    Juro que no llevaba otra intención que no fuese el mear, pues me habían entrado ganas de repente al ver al perro, así que, al estar frente a los aseos públicos, para allí que me metí. Solo era mear así que no tardaría mucho.
    
    ¡Ay! Esas eran mis únicas intenciones, pero…
    
    Bufff que visión tenía delante de mis narices. Allí delante mía, había un viejo con una tremenda polla la cual asomaba por la abertura del pantalón junto a los enormes huevos que se le podían ver. ...
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