1. «Carne fresca» recibe su segundo pedido


    Fecha: 07/09/2024, Categorías: Dominación / BDSM Gays Intercambios Autor: Gavin, Fuente: SexoSinTabues30

    (Continuación de «Carne Fresca»)
    
    «Carne fresca» recibió otro pedido – me dijo Marcos.
    
    – ¿De qué se trata? ¿El Turco otra vez?
    
    – ¿Te gustó, eh? No, esta vez es trabajo múltiple.
    
    – ¿En qué quilombo me metiste? No me gusta el gang bang… ¡Y te lo dije!
    
    – ¡Calma socio! Es múltiple porque un padre y sus hijos adolescentes quieren jugar con vos. No ye imagines seis musculosos afroamericanos metiendo sus enormes vergas en tus agujeritos…
    
    – ¿Completo triple? ¿Tenemos tarifa para eso?
    
    – No es complicado, bebé. Para eso existe la tabla del tres.
    
    – ¿Qué edad tienen esos hijos?
    
    – No sé. Son mellizos.
    
    Esa noche, dispuesto a lo que fuera, subí al auto de Marcos. Viajamos hacia la zona sur de la capital. Se trataba de una casa amplia, con jardín y pileta. El hombre que apareció era todavía joven. Los mellizos tendrían uno o dos años más que yo.
    
    Uno, de pelo negro azabache y ojos azules, era especialmente atractivo.
    
    El hombre me llevó a su despacho. A puertas cerradas, me preguntó.
    
    – ¿Qué edad tenés?
    
    – Trece.
    
    – ¿Hacés esto voluntariamente?
    
    – Señor, es mi trabajo.
    
    – Está bien, solo para estar seguro. Sos jovencito.
    
    Él me hizo un resumen de la situación:
    
    «Carne fresca» recibió otro pedido – me dijo Marcos.
    
    – ¿De qué se trata? ¿El Turco otra vez?
    
    – ¿Te gustó, eh? No, esta vez es trabajo múltiple.
    
    – ¿En qué quilombo me metiste? No me gusta el gangbang… ¡Y te lo dije!
    
    – ¡Calma socio! Es múltiple porque un padre y sus hijos adolescentes quieren jugar con vos. No ye imagines seis musculosos metiendose en tus agujeritos…
    
    – ¿Completo triple? ¿Tenemos tarifa para eso?
    
    – No es complicado. Existe la tabla del tres.
    
    – ¿Qué edad tienen esos hijos?
    
    – No me dijo. Solo que son mellizos.
    
    Esa noche, dispuesto a lo que fuera, subí al auto de Marcos. Viajamos hacia la zona sur de la capital. Se trataba de una casa amplia, con jardín y pileta. El hombre que apareció era todavía joven. Los mellizos tendrían uno o dos años más que yo. Uno, de pelo negro y ojos azules, era especialmente atractivo.
    
    El hombre me llevó a su despacho. A puertas cerradas, el padre me preguntó.
    
    – ¿Qué edad tenés?
    
    – Trece.
    
    – ¿Hacés esto voluntariamente?
    
    – Señor, es mi trabajo.
    
    – Está bien, solo para estar seguro. Sos jovencito.
    
    Él me hizo un resumen de la situación: un padre en pleno tironeo legal por la custodia de sus hijos. Compensaba sus incapacidades paternales cumpliéndoles a sus hijos adolescentes todos los caprichos. Primero fueron las bicicletas de marca, después las motos, ahora estaban con el sexo. Ya habían probado con prostitutas VIP y con un stripper. Ahora, como decía mi socio, sus nenes querían probarcarne fresca.
    
    – Yo no te voy a tocar. Pero ellos quieren que filme todo. ¿Vos tenés problemas con eso?
    
    – Mientras no me lastimen y tomen precauciones…
    
    – Sí, ya me explicó el de barba. Siempre sexo seguro. ¿Es tu padre?
    
    – No, es mi socio.
    
    El lugar elegido para filmar era un ...
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