1. Provocado por mis hermanas


    Fecha: 04/09/2024, Categorías: Incesto Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Soy el menor de tres hermanos, la mayor se llama Beatriz, le sigue Ana y luego voy yo, Fernando. Me sacan seis y cuatro años respectivamente. Bea ya no vive con el resto de la familia, se casó. Pero Ana y yo seguimos en casita de los papis.
    
    Por aquel entonces yo apenas salía de fiesta, mis padres me controlaban mucho. Pero mis hermanas al ser mayores que yo si disfrutaban del fin de semana. No tenía novio ninguna de las dos y compartían grupo de amigas. Las dos se ponían aun más guapas de lo que eran para salir de fiesta. Se parecen bastante, morenas de piel y pelo rizado largo. Bea, la mayor, es también algo más alta y más delgadita aún que Ana, que tiene los pechos más grandes. La verdad es que mis hermanas están muy buenas, y ellas decían lo mismo de mí, que qué guapo era, que dentro de unos años me las ligaría a todas,… lo que le suelen decir a un hermano menor.
    
    Un fin de semana se fueron mis padres al campo, a casa de unos , y nos dejaron solos a los tres. El sábado llamamos a un telepizza para comer y después estuvimos viendo una peli de video que había alquilado Ana. No la recuerdo exactamente, pero cuando la estábamos viendo me fijé en Bea, que estaba en un sofá casi frente al mío. Estaba vestida con una simple camiseta y un pantaloncito corto de deporte mío que muchas veces me quitaba. Algo que me molestaba mucho, por cierto. Ella estaba sentada con los pies sobre el sofá, y al fijarme en los shorts me di cuenta que se le veía el coñito. Rápidamente volví la mirada al televisor, pero una fuerza desconocida me hacía volver a mirarla a ella y a su “cosita”. Me empecé a excitar un montón, era algo tan prohibido y sólo se lo había visto cuando éramos pequeños. Podía observar que lo llevaba rasurado la muy guarrilla de mi hermana. De repente Ana que me estaba viendo desde el otro lado del sofá me dijo:
    
    - ¿Tu qué miras, mocoso?
    
    - Nada, nada.- me había pillado, y me puse un poco nervioso.
    
    - ¿Cómo que nada? ¿Qué estabas mirando?
    
    - Pues, joder, que Bea me ha vuelto a quitar mis pantalones.
    
    - Ya, por eso te has empalmado. Mira Bea, Mira como se la has puesto a Fernando. Jajaja, ponte unas braguitas por que si no….jajaja
    
    Y empezaron a reírse de mí las dos, en mi vida lo he pasado tan mal. Intentaba esconder mi erección, pero con el chándal que llevaba puesto era imposible. Me giré para insultar a Bea (típico entre hermanos cuando no tienes ningún argumento), pero noté una mirada suya que desconocía. Era como una especie de consentimiento y picardía. El resto de la tarde lo pasé callado viendo la tele.
    
    Más tarde ellas se arreglaron para salir, yo me quedaría en casa porque aunque estaba sólo no tenía plan. Aprovecharía para ver una peli porno que tenía ya muy vista pero que salían unas tías estupendas. A las diez se fueron y como cualquier chaval de dieciséis años me hice de la casa. Comí lo que sobró de las pizzas, me tomé un par de cervezas, me hice una paja con la peli y a las dos me fui a la cama.
    
    Serían las cuatro ...
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